CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Los recuerdos positivos

EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 16/4/2023

Los recuerdos positivos

El japonés Susumu Tonegawa, Nobel de medicina en 1987, demostró, a través de un experimento con ratones que sufrían depresión inducida por estrés, que estos podían curarse estimulando las células del cerebro donde se almacenaban los recuerdos positivos. La reactivación de estos recuerdos contrarrestaba el impacto que habían sufrido por las experiencias adversas, hasta el punto de superar la depresión. Con este experimento, se demostró que se pueden cambiar las asociaciones que unen la memoria episódica con su correspondiente reacción emocional. Y es que las experiencias que vivimos en nuestra vida nos deja huella y, las más perceptibles, son los recuerdos. Etiquetar los recuerdos como positivos o negativos dependerá de la emoción generada por la situación, pues éste se fija en función de la emoción que se experimentó, y de la intensidad con la que se activó. Al estar diseñado el cerebro para ayudarnos a sobrevivir, éste suele recordar con más frecuencia lo malo que lo bueno, almacenando los recuerdos negativos en forma de “amenazas”, con el fin de que sirvan como señal de alerta. Es un hecho que las personas que se sienten felices con sus vidas, tienden a albergar una perspectiva más positiva del pasado, por lo que los recuerdos positivos son claves a la hora de sentir mayor felicidad en la vida. Y es que, cuando traemos a nuestra mente imágenes, recuerdos o estados de ánimo agradables, volvemos a experimentar esa emoción, con parecida calidad e intensidad que cuando se produjo. Esto se debe a que el cerebro libera dopamina cuando encuentra recuerdos buenos, por lo que es recomendable evocar sucesos felices; no solo para sentirnos mejor en ese momento, sino a largo plazo para cultivar el optimismo y aliviar la negatividad. Por lo tanto, los recuerdos nos permiten viajar atrás en el tiempo, mirar hacia el futuro y afectar el cómo nos sentimos en el presente. Porque, con demasiada frecuencia, no se conoce el verdadero valor de una situación hasta que se convierte en recuerdo, ya que no recordamos días, recordamos momentos. www.carloshidalgo.es

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