Figuras de referencia
En enero de 2020, la actriz Mariam Hernández dio a luz a su hija Nahla, a través de un donante anónimo por inseminación artificial. La actriz argumentó que en ese momento de su vida se encontraba sin pareja y tenía el deseo de ser madre. Hasta aquí todo normal. Sin embargo, en una reciente entrevista para el podcast La vida secreta de las madres, la actriz confesó que jamás tendría un hijo con padre haciendo hincapié en la libertad que tiene ella con su hija en cuanto educación, alimentación o forma de ver la vida. Conviene tener presente que un padre, al igual que una madre, es una figura de suma importancia en el desarrollo emocional, físico y social de un menor. Todos los estudios demuestran que los niños que se han beneficiado de la presencia de un padre interesado en su vida académica, emocional y personal, son más sociables, tienen mayor autocontrol, una autoestima más elevada y desarrollan más empatía hacia los demás. Así, cuando los cuidadores responden de manera consistente y sensible a las necesidades de su hijo, éste desarrolla una sensación de confianza en sí mismo, lo que se traduce en seguridad y estabilidad emocional. De esa manera, viviendo una relación de calidez y receptividad emocional, el menor establece un apego seguro con sus referentes sintiéndose querido y aceptado. Porque, aunque el amor de una madre sea significativo y especial, tener una figura paterna activa desempeña también un papel sustancial y valioso en el desarrollo saludable de un hijo. Que es encomiable criar sola, pero no por ello se debe despreciar el referente masculino. www.carloshidalgo.es