Presentismo laboral
Muchas organizaciones todavía valoran a sus empleados en función del tiempo que pasan en su puesto de trabajo en lugar de hacerlo midiendo su productividad. España, a pesar de tener una jornada laboral extensa, se encuentra a la cola en cuanto a productividad, circunstancia generada por el aumento del presentismo laboral. Este estar en el trabajo pero como si no se estuviera es el concepto literal de presentismo, refiriéndose a cuando el empleado acude al trabajo pero dedicando parte de la jornada a tareas no productivas, sea por motivos de salud, falta de motivación o bloqueo mental. Comportamientos como quedarse más tiempo de la jornada laboral, sólo para aparentar mayor dedicación, dilatar la culminación de tareas para dar la sensación de que son muy complejas o ir al trabajo con problemas de salud para que conste su asistencia, son los ejemplos típicos. Pero con frecuencia, el origen de este absentismo presencial suele venir provocado por culpa del empresario que fomenta una jornada laboral excesivamente larga, temor al despido y excesivo volumen de trabajo. Así, se calcula que mas del 30% de los accidentes laborales que se producen son por un sobreesfuerzo en el trabajo. Esto viene a referirse a la realización de un esfuerzo (físico o mental) que supera el límite que permite a un trabajador volver al día siguiente en óptimas condiciones. Falsamente hay quien cree que el exceso de trabajo es un medio eficaz para lograr rendimiento, pero está demostrado que ese exceso, a partir de un cierto punto, reduce la productividad y aumenta el coste a largo plazo debido a que un trabajador fatigado rinde menos. Y, a pesar de que se da mas importancia al malestar físico, cuando aparece la fatiga mental todo se complica aún mas, pues se produce una disminución del nivel de atención, un enlentecimiento del pensamiento y un aumento significativo de los errores. Conviene recordar que sólo hay un excedente recomendable: el exceso de gratitud. www.carloshidalgo.es