Arte y bienestar
Un reciente estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado lo que el sentido común venía asegurando hacía tiempo: que el arte y la cultura benefician seriamente la salud física y mental. Sirva como ejemplo que bailar equilibra el cuerpo y la mente, pintar es un excelente antidepresivo y oír música o tocarla mejora el sistema inmunitario y el nivel de glucosa en sangre. En conclusión, la OMS establece y recomienda, por primera vez en su historia, recetar algunas de estas actividades para hacer frente a determinadas enfermedades, instando a los gobiernos a establecer protocolos de actuación que favorezcan la relación entre el sistema sanitario y el entorno artístico. En la actualidad, el término bienestar viene a referirse a un estado de equilibrio físico, psicológico y social, y no solo a la mera ausencia de enfermedad, como antes se pensaba. Es un hecho que cualquier tipo de contacto con el arte, en sus diferentes disciplinas (cantar, bailar, leer, pintar, visitar un museo, ir al cine o disfrutar de un concierto), es un extra que exacerba el mencionado bienestar. El tipo de arte al que mas se recurre para generar esa mayor felicidad es la música, seguida del cine y la literatura. Este efecto beneficioso tiene una especial incidencia en la etapa infantil, pues se ha constatado que los niños a los que los padres les leen cuentos o historias antes de dormir disfrutan de un sueño más profundo y largo, con lo que se consigue que se mejore la atención y concentración en la escuela. A la luz de este resultado, parece necesario desarrollar competencias artísticas desde una temprana edad, fomentando la actitud de ver, escuchar y tocar para experimentar el arte. Así, al quedar demostrado que fomentar dichas actividades supone una contribución al bienestar, tanto la escuela como los padres deben promoverlo, sin existir excusa alguna para no hacerlo. www.carloshidalgo.es