EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 17/12/2023
NAPOLEÓN
Hace un mes que se estrenó Napoleón, la última película de Ridley Scott. El film narra el ascenso y caída de Napoleón Bonaparte, el emperador galo que sometió a casi toda Europa a comienzos del siglo XIX. Napoleón no es una figura cualquiera, pues está considerado como el mejor estratega de la historia, por delante de Alejandro Magno o Julio César. No en vano, existen más de 2.500 libros dedicados a su figura, siendo uno de los personajes más estudiados de la historia. Apasionado por la cultura clásica, viajaba siempre con una comitiva de sabios, científicos e historiadores que se dedicaban a documentar las antigüedades que iban encontrando. Como general, era obcecado por tener a sus tropas perfectamente preparadas, mientras estudiaba sin descanso los posibles movimientos del enemigo y la orografía del campo de batalla, con el fin de asegurar la victoria. En la película, de los 66 combates que lidió el emperador, el director sólo ha recreado tres. La primera es la toma de un Fuerte para romper el sitio de Tolón, la segunda es la batalla de Austerlitz y la tercera, Waterloo, suficientes para demostrar su maestría a la hora de rodar escenas bélicas. No obstante, una de las críticas que ha recibido la película es que se ha centrado más en la personalidad de Napoleón, que en las estrategias militares empleadas por él. Desde el primer momento nos da el enfoque de personaje introvertido, triste e impertérrito, del que no afloran ni sentimientos, ni emociones, con una fuerte dependencia emocional de las dos mujeres de su vida: su madre y Josefina. Los hombres, en general, suelen ocultar este problema, pues creen que es un signo de debilidad reconocer que se está “atado” emocionalmente a una mujer. En definitiva, una buena película que cuenta, como hilo conductor, la relación amorosa entre Napoleón y Josefina, mientras se recorre buena parte de la vida adulta de Bonaparte, desde la ejecución de María Antonieta, cuando era capitán de artillería, hasta la muerte durante su exilio en Santa Elena en 1821. www.carloshidalgo.es