CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Lo negativo de lo positivo

Lo negativo de la psicología positiva

El concepto de felicidad ya no viene referido sólo al ámbito de la salud, sino que ha inundado por completo todas las esferas. Las campañas publicitarias por ejemplo no sólo se enfocan a la demanda del consumidor, sino que intenta asociar el producto que se ofrece a la sensación de ser feliz. Tanto es así, que en 2012 la ONU instauró el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad, publicando con regularidad un informe con el ranking de felicidad por países, donde Suiza ocupa el primer lugar y España el 36. Los gurús del movimiento positivo tienden a construir el mundo emocional magnificando el poder de la emoción positiva, otorgándole una desmesurada capacidad para el cambio, para la curación de enfermedades o incluso para modificar el genoma humano. Ahí es nada. Y se adelantan a decir que si no lo consigues, probablemente es que no lo deseas lo suficiente. El colmo. Se da la paradoja de que pretender ser feliz a toda costa puede provocar infelicidad, ya que esa necesidad de una actitud positiva en cualquier circunstancia vital puede provocar culpabilidad ante un estado anímico decaído. Si una persona está deprimida y le forzamos a que piense en positivo lo único que obtendremos es que se deprima aún más, pues se sentirá culpable por no conseguirlo. Y es que un problema no es siempre una oportunidad, a veces, es sólo eso, un problema. La felicidad no debe pasar por la negación de las emociones dolorosas. Tan nefasto es ver el vaso medio vacío como medio lleno. Es mejor ver medio vaso de agua para no pecar de ser demasiado pesimista u optimista. www.carloshidalgo.es

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