CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Aokigahara

Aokigahara La semana pasada ocurrió un hecho horrible en Madrid cuando un hombre acabó con su vida y la de su hija de un año, al lanzarse junto a ella desde una ventana del cuarto piso del Hospital La Paz de la capital de España. En España se producen 10 suicidios y mas de 150 tentativas diarias. Para tener una referencia se calcula que se suicidan en España unas 3.500 personas al año y, en cambio, unas 1.100 personas han perdido la vida en nuestro país en accidentes de tráfico el año pasado. En el mundo, cada 40 segundos una persona se quita la vida. Sin ninguna duda, el suicidio es un problema mundial responsable de 800.000 muertes anuales. El impacto que provoca un suicidio en la familia y amigos es devastador, pues es el duelo más traumático y doloroso que existe. El dolor que experimenta una familia tras la muerte de uno de sus miembros se incrementa hasta niveles casi insoportables cuando ésta se ha producido por decisión del fallecido. Es entonces cuando surgen las dudas y se buscan explicaciones y culpables. Uno de los misterios sobre el tema que estamos tratando se encuentra en el triángulo formado por tres cortijos de Córdoba: el Cortijo de los Asombros, el de la Carrasca y el de los Catorce. Estos cortijos tienen en común forman parte del triángulo de los suicidios. No se sabe la razón, pero dentro de ese triángulo la tasa de suicidios es cuatro veces mayor a la media nacional. Esto nos recuerda a Aokigahara, el bosque del suicidio en Japón que se encuentra en la base del Monte Fuji. Repleto de cavernas rocosas y heladas, donde el viento queda bloqueado por los espesos árboles, lo que lo hace excepcionalmente silencioso, es elegido por mas 100 suicidas al año. Tanto es así, que en la entrada del bosque hay un letrero, junto a un número de teléfono, que dice así: “Piensa por favor en la vida, en tus padres y hermanos. No sufras sólo, contacta con alguien”. www.carloshidalgo.es

HIPERPATERNIDAD

HIPERPATERNIDAD La hiperpaternidad se definiría como un fenómeno de crianza caracterizado por una atención excesiva a los hijos. Tendría que ver con la idea de que los progenitores piensan que para ser mejores padres se tiene que estar pendiente de los hijos de una manera exagerada y casi obsesiva, resolviendo sus problemas y haciendo las tareas en su lugar. Así, los padres no sólo ejercen de padres, sino que también son chóferes, entrenadores, guardaespaldas, secretarios, profesores particulares, cocineros a la carta, asistentes, mayordomos, etc. Por lo tanto, se carga con sus mochilas hasta la puerta del colegio, se hacen sus deberes, se leen sus libros, se pintan las ilustraciones, se realizan las manualidades y hasta se les ata el cordón de los zapatos, no vaya a ser que se cansen. En definitiva, nos encontramos con padres estresados, que acaban criando hijos aburguesados que crecen incapacitados por el exceso de protección, lo que les conduce a ser incapaces de hacer nada por sí solos, de valerse por ellos mismos, de tomar decisiones e incluso, incapaces de tolerar la mínima frustración. Al estar tan encima de ellos, se les contagia los miedos, y al tomar sus decisiones se les roba la capacidad para convertirse en seres independientes y autónomos. Y es que está demostrado que un niño excesivamente mimado, en el futuro, será un adulto débil, de ahí el nombre de generación blandita. La aparición de esta generación hace referencia al grupo de niños inseguros, dependientes, carentes de iniciativa, miedosos y con una escasa capacidad de afrontamiento. Y todo como fruto de unos padres que en su intento de evitarles sufrimiento han impedido el desarrollo de habilidades importantes, generándoles baja autoestima y un concepto de sí mismos muy deficiente. www.carloshidalgo.es

jovenes emprendedores

JÓVENES EMPRENDEDORES Antonio es el adolescente Piamontés del que habla media Italia. Con 16 años (ahora ya 17) se matriculó en el Instituto Pininfarina de Moncalieri, ciudad de 55.000 habitantes cercana a Turín, para acabar sus estudios de secundaria. Con el objetivo de sacarse unos eurillos, empezó a visitar los supermercados buscando la mejor oferta en bollería para llenar su mochila y luego revenderlos a sus compañeros mas baratos que en la cantina y que en las máquinas de vending que hay en el propio centro, dejándole un buen margen de beneficio. En poco tiempo, la clientela subió como la espuma. Y tal fue el volumen de negocio que los profesores se dieron cuenta y el adolescente fue expulsado 10 días. Eso fue el curso pasado. En el comienzo del presente curso retomó el negocio de nuevo actuando como un auténtico profesional. El chico realizaba comparaciones diarias de todos los precios de los supermercados para maximizar beneficios, teniendo muy presente el gusto de sus consumidores, en definitiva, todo un talento natural para el marketing. Antonio olvidó sin embargo un factor fundamental a tener en cuenta en cualquier actividad económica, las normas. Este caso provoca fuertes disputas porque no se sabe muy bien como interpretarlo: ¿nos encontramos ante un contrabandista de palmeras de chocolate o frente a un joven con espíritu emprendedor? Probablemente el cantinero y el dueño de las máquinas de vending lo consideraran un traficante de bollos que se salta la ley. Para otros, nos encontramos ante un joven con sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, ejemplo de un caso de sabiduría empresarial aplicada. Sea como sea, no hay que subestimar el genio de un adolescente pues lo cierto es que, a Antonio, le están lloviendo ofertas laborales. www.carloshidalgo.es

ghosting

Martes 17.01.17 54 V IDEAL Antes uno ‘se iba a por tabaco’ y no volvía. Era la forma bestia de romper un noviazgo o un matrimonio. Sin dar la cara. Sin aguantar llantos ni reproches. Un corte limpio y rápido como un hachazo. En la era de internet, a eso mismo se le llama ‘ghosting’, algo así como desvanecerse. La diferencia es que en el pasado esas despedidas a la francesa eran la excepción, un caso dramático del que podían alimentarse los cotilleos de un barrio durante generaciones, y ahora evaporarse es una opción más en las relaciones afectivas. Algo muy de diario. A muchos jóvenes darse el piro cuando aparece el primer mal rollo en una pareja les parece normal. Y las nuevas tecnologías se lo ponen infinitamente más fácil: no hace falta cambiar de continente para cortar por lo sano, basta con dejar de coger el teléfono y bloquear a tu ex en las redes sociales. «Detrás hay mucha inmadurez emocional », asegura el psicólogo Carlos Hidalgo. «En el fondo se acepta que el silencio es una manera de decir que no. Hay aversión al conflicto», defiende el periodista Juanjo Cerero. Raquel y Fabián (nombres ficticios) –ella, periodista y él, taxista, los dos en torno a los 50 años y residentes en la provincia de Málaga– se conocieron a través del sitio de citas online Plenty Of Fish (POF). Quedaron y se gustaron. Durante el mes siguiente, se vieron casi a diario, siempre en el entorno habitual de ella –en su casa o en la calle con sus amigos– porque él le explicó que sus padres estaban de visita. A ella no le pareció una excusa para ocultar una doble vida porque, aparte de su trabajo, no tenía muchos compromisos y dejaba el móvil olvidado durante horas sin preocuparse por él. La relación se iba consolidando y él incluso hablaba de un futuro juntos con toda naturalidad. Una mañana, la llevó en el taxi a su trabajo. «Y hasta hoy: nunca más he vuelto a verlo», relata Raquel. De eso hace casi dos años. Fabián dejó de contestar a los mensajes y las llamadas. El primer día, ella no le dio mucha importancia, pero al cabo de una semana estaba llamando a los hospitales, pensando que le había ocurrido algo. Era como si se lo hubiese tragado la tierra. Como buena periodista, activó todos sus recursos de investigación y lo rastreó: resultó que sí, vivía donde había dicho que vivía, y no, no había sufrido un accidente ni una repentina enfermedad. Simplemente, le había hecho un ‘ghosting’ de manual. «Pequé de ingenua porque no me lo podía imaginar. No soy paranoica ni ansiosa; tampoco cándida, pero sí confiada. La gente que me conoce sabe que yo dejo mucha cuerda. Si alguien me dice que no quiere estar conmigo, no le voy a acosar ni a presionar. Aquí paz y después gloria», se sincera. «Maldigo el día que naciste» Lo pasó mal, pero no porque estuviera enamoradísima, sino por la incertidumbre: «Nunca sabré qué pasó». Meses después, una de sus amigas lo vio en Málaga, al volante de su taxi. Se había cortado el pelo y la miró raro. «Mi amiga estuvo a punto de hacerle la escena en la que Charlotte le dice a Mister Big ‘Maldigo el día en que naciste’, en ‘Sexo en Nueva York’», se ríe Raquel, con distancia. En su opinión, también le podría haber pasado si le hubiera conocido en la barra de un bar. Pero admite que, cuando se queda con alguien a través de una aplicación de contactos, uno no tiene más referencias de ese individuo que las que él quiera ofrecer en su perfil: no sabe si está casado, si tiene amigos o si sufre un trastorno mental. El psicólogo Carlos Hidalgo considera que sí hay una relación directa entre el ‘ghosting’ y las nuevas tecnologías. «Ahora lo hace cualquiera, porque es mucho más fácil», afirma. A veces, el ‘fantasma’ envía un mensaje antes de bloquear a su víctima y escabullirse. Así se ahorra la cara de sufrimiento, las lágrimas, las recriminaciones o los insultos. Para el periodista y bloguero Juanjo Cerero, es el signo de los tiempos. «En internet impera la mentalidad de la ironía, hay una actitud socarrona ante la idea del amor romántico y para siempre. Tener pareja es un lujo que uno puede o no puede permitirse y, a menudo, un hobby, un objeto más de consumo. Las relaciones de larga duración están en crisis y cada vez hay más gente que vive sola y prefiere el sexo casual», afirma. Y cree que el ‘ghosting’ es, en cierto modo, un lugar común: está aceptado que el silencio es una respuesta plausible, una forma de decir ‘adiós’ eludiendo el enfrentamiento. Para el psicólogo, detrás de esta práctica hay «mucha irresponsabilidad e inmadurez emocional ». Y no solo en el ámbito de las citas, sino en todos los aspectos de la vida. «La incapacidad para dar la cara y afrontar las dificultades es un fenómeno extendido. Muchas personas no saben resolver los conflictos y no se dan cuenta de que la huida no es la respuesta. Los problemas no se solucionan solos con el tiempo», advierte. A su juicio, esta actitud es mucho más frecuente en los jóvenes y, sobre todo, en los varones. «Tengo consulta en Castellón desde hace más de 20 años y nunca, jamás, he visto a un hombre romper como Dios manda –sentencia–. Se portan mal, se ponen bordes o se buscan una amante para que la pareja los deje a ellos, pero raramente se sientan a hablar». La víctima sufre en su autoestima. Tiene que superar el duelo de la ruptura pero, encima, no sabe qué ha pasado. «Acaba pensando que ha hecho algo mal para ocasionar la fuga», señala Hidalgo. «Antes los electrodomésticos duraban toda la vida porque se reparaban. Ahora en cuanto tienen un desconchón, los tiramos. En las relaciones pasa igual», reflexiona. Si te he visto, no me acuerdo. … Leer más

Retos Virales

RETOS VIRALES Cada año se popularizan distintos desafíos, retos abiertos, en los que cualquiera puede participar a través de las redes sociales. Algunos son sólo un divertimento para los Youtubers, pero otros logran trascender y acaban participando de ellos políticos, deportistas, actores o cualquier de nosotros que disponga de algo de humor y un poco de tiempo libre. Posiblemente la estrella indiscutible haya sido el Mannequin Challenge, consistente en que varias personas se quedan inmóviles, congeladas en el tiempo, mientras la cámara va recorriendo toda la escena. Así, hemos podido disfrutar de Mannequins protagonizados por Obama o por equipos de fútbol, pasando por el mas hilarante de todos protagonizado por una familia andaluza. En los 19 segundos que dura la escena se muestra una comida familiar en la que participa una tal Dolores, señora con rulos y con cara de estar en los mundos de yuppie, mientras se escucha llamadas de atención hacia la misma Dolores que sigue sin enterarse de la película y que tiene como momento estelar cuando uno de los hombres de la mesa espeta: “Estate quieta Dolores, coño”. Pero también ha habido otros retos absurdos como el de morder una mazorca de maíz clavada en una taladradora (provocando la rotura de varios dientes) o resbalar ex profeso en una cáscara de plátano sólo para demostrar que se cae de la misma forma que ocurre en los dibujos animados. Lamentable. Pero si éstas últimas parecen el colmo, no lo crean. El reto mas actual consiste en intentar romperse el pulgar de una mano, sin más pretensiones que las de conseguir semejante proeza. Supuestamente hay que llevar el dedo hacia la palma de la mano y presionarlo hacia delante hasta oír el crujido. La estupidez humana llevada a la máxima expresión. www.carloshidalgo.es

ESTUDIO Y TRABAJO

ESTUDIO Y TRABAJO Durante esta semana hemos visto publicado que el mercado laboral en nuestra provincia está en racha, y prueba de ello es que el 41 % de los estudiantes de la UJI logran un trabajo acorde a su titulación nada mas terminar su formación. El informe también concluye que a más nivel de estudios (obviamente) mayor tasa de ocupación, y que uno de cada 10 alumnos de grado de la UJI se queda, al acabar, en la empresa donde ha hecho el practicum, llegando el porcentaje al 15% en el caso de los másteres. Pero lo cierto es que una cosa es trabajar y otra ser feliz trabajando. Uno de los motivos más comunes por el que las personas se sienten insatisfechas con su profesión es porque eligieron mal la carrera, pues sólo el 5% de las personas elige bien al primer intento. Parece que el principal error en el momento de elegir una carrera es no escuchar la voz interior, basándose la elección casi con exclusividad en la expectativa social. Pero no se trata de lo que se quiere estudiar, sino de la persona que uno quiere ser. Antes de elegir una carrera, se debería conocer a profesionales del sector descubriendo así su estilo de vida, para luego preguntarse si esa es la vida que uno quiere para sí. Conviene no cometer el típico error de fijarse sólo en el resultado final, porque a menudo detrás de ese éxito se esconden años de sacrificios. Es mejor fijarse en el camino recorrido y preguntarse si uno está dispuesto a ese sacrificio, sobre todo teniendo en cuenta que a veces lo más importante no es lo que se logra, sino la persona en la que uno se convierte. www.carloshidalgo.es

LOS PELIGROS DEL PESIMISMO

EL PELIGRO DEL PESIMISMO Todos sabemos que ser pesimista significa ver todo con unas lentes tintadas de negro y pensar que todo lo malo le ocurre a uno. Además, también es sabido por todos que estas personas se resfrían con mucha mas frecuencia y se quejan muy a menudo de no encontrarse bien. Todo ello es debido a que lo que ocurre en la mente se refleja en el cuerpo (somatización) contribuyendo así a debilitar el sistema inmunológico. Pero ahora, los pesimistas tiene tienen otro motivo para preocuparse, pues según un reciente estudio del Departamento de Psiquiatría del Hospital Central de Päigät-Häme (Finlandia), el pesimismo parece ser un poderoso factor de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Los investigadores concluyen que el pesimismo crea un ambiente estresante en el cuerpo que termina generando una cardiopatía. El origen de esa relación parece estar en la actividad del córtex prefrontal, una región del cerebro relacionada con la afectividad y que funciona de manera distinta en los optimistas frente a los pesimistas, asociándose directamente con el sistema defensivo del organismo. No obstante, conviene ser cauto y no venirse arriba sobreestimando con ello el poder de la mente sobre el cuerpo a la hora de generar enfermedades. Por ejemplo, no existen pruebas concluyentes de que desarrollar un tumor o no esté causado o condicionado por un estado de ánimo negativo. Es obvio que no se puede siempre creer que sucederá lo peor, ni ver siempre el vaso medio vacío. Pero, mas que ver el vaso medio lleno (característico de los que enfocan en los aspectos positivos de la vida) o medio vacío (común en quienes se centran en lo negativo), lo que importa realmente es que el vaso se esté llenando. www.carloshidalgo.es

Psicología del GEEK

La psicología del geek Hippies, mods, góticos, punks, heavies, nerds, hipsters… son términos que hablan de las diferentes modas o culturas urbanas que se han visto o pueden verse por nuestras calles. Son conceptos que se relacionan con fenómenos sociales y que suelen hacer referencia a un grupo de personas en la que se desarrolla un conjunto distintivo de creencias y conductas que les diferencia del resto de miembros de la misma sociedad. Por norma, estas tribus urbanas se suelen desarrollar alrededor de un estilo musical, de una ideología o bien de una afición común. Una de estas culturas urbanas que está creciendo con cierto vértigo es la cultura geek. La palabra geek hace referencia a aquella persona que presenta un elevado nivel de fascinación con todo lo relacionado con lo tecnológico, el ocio electrónico y la ciencia ficción, siempre bajo el denominador común el interés por la tecnología. Dentro del grupo de geeks podríamos encontrar varios subgrupos según la prioridad en cuanto a interés se refiere. Así, los hackers serían los geeks encandilados con los gadgets (pequeñas aplicaciones útiles) o los gamers (“jugones” de los videojuegos) serían los geeks interesados sobre todo por el ocio electrónico. Si bien el término en sus comienzos tenía una cierta connotación negativa, equiparada a un freaky o nerd, en la actualidad este concepto es visto cada vez con mayor aceptación y reconocimiento por parte de la sociedad, siendo muy valorada su cultura y habiéndose establecido incluso el día del orgullo geek (25 de mayo). De hecho, algunos estudios realizados respecto al nivel de creatividad, tanto a nivel de ocio como de trabajo, indica que los geeks tienden a realizar un mayor número de proyectos creativos que la media. www.carloshidalgo.com

EGOISMO ENCUBIERTO

El egoísmo encubierto Siempre que se utiliza la palabra egoísmo, lo primero que acude a nuestra mente es una persona que no ve mas allá de su ombligo. Y en cierta forma es algo así, pues la palabra egoísmo proviene del latín ego (yo) e ismo (costumbre) entendiéndose como el excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés. Es decir, alguien que piensa fundamentalmente en él mismo anteponiendo sus intereses a los demás. Además, les cuesta empatizar, ponerse en la piel del otro, porque interpretan los que se les dice tan solo desde su punto de vista. Es una obviedad decir que una conducta egoísta es un claro signo de inmadurez. Y no es menos cierto que todos somos en parte algo egoístas, pero como todo en la vida, todo depende de la frecuencia, si ocurre en momentos puntuales o mas bien forma parte de nuestra rutina. Existe también el término de egoísta razonable, referido a vivir de tal manera que los propios intereses no estén en desacuerdo con los intereses de los demás, dándose la satisfacción de nuestros deseos y también el de los otros. No obstante, existen otras formas de ser egoísta de manera encubierta, de forma mas sutil. Una de las mas comunes es aquella en que uno está contando su experiencia y, en la mínima pausa que uno hace, se escucha aquello de “a mi también me ha pasado…” mientras el otro aprovecha para contar su historia. Es una de las formas de egoísmo mas dolorosas, pues da la impresión de que no hay ningún interés por oír nuestra vivencia. Y es que  la mayoría de las veces lo único que queremos es que nos escuchen, pues sentirse escuchado sin censura, es ya un consuelo en sí. El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien, para estar uno mejor. www.carloshidalgo.es

37

37 En unas semanas se estrenará en España una película titulada 37. Premiada en el Festival de cine ruso con el galardón al mejor film y al mejor director, 37 es un drama que cuenta como Kitty Genovese fue violada y asesinada, en un barrio de Nueva York, una noche de marzo de 1964. 37 fueron los vecinos testigos del drama de la joven de 28 años, sin que ninguno de ellos interviniera. La historia se conoció por el tesón de un experimentado periodista del New York Times quien investigó hasta la extenuación el crimen, titulando su artículo de esta sugerente manera: “37 vieron el crimen y ninguno llamó a la policía”. Existió el testigo número 38, quien si dio aviso a la policía, pero era tarde, Kitty Genovese había muerto. Esa falta de reacción de los vecinos fue estudiada y analizada por diferentes investigadores en psicología, bautizando como Síndrome Genovese a ese efecto de difusión de la responsabilidad. Hoy en día es mas conocido como efecto espectador (ya comentado en alguna ocasión), donde se sentencia que, al contrario de lo que pueda parecer, a mayor número de espectadores observando a alguien en peligro, menor es la probabilidad de que alguien asuma la responsabilidad de dar el primer paso para ayudar a esa persona. La explicación más común de este fenómeno es que, con otros presentes, los observadores asumen que otro intervendrá y todos se abstienen de hacerlo. El grupo hace que se difumine la responsabilidad. Y es que como dijo el escritor y filósofo irlandés Edmund Burke: “lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada”. www.carloshidalgo.es