CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Seven

SEVEN La película Seven, dirigida por David Fincher, cumple 30 años. El film, es un thriller que explora la oscuridad de la mente humana a través de los siete pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. En ella, un asesino en serie (John Doe), lleva a cabo una macabra obra justificando sus actos como una forma de castigo divino. Pero, más allá de su brutalidad, la película plantea profundas cuestiones psicológicas sobre la naturaleza del pecado y la condición humana. Así, cada asesinato que realiza, representa un pecado capital, mostrando las diferentes dimensiones de la psique humana. Por ejemplo, para escenografiar el pecado capital de la gula, un hombre es obligado a comer hasta morir, reflejando la relación entre el placer sensorial y la autodestrucción. Tradicionalmente, los siete pecados capitales, han sido vistos como conductas inmorales que conducen a la corrupción del individuo; inclinaciones humanas que llevan a la corrupción moral y espiritual de la persona. Y, la película, explorando los límites de la moralidad y la fragilidad del intelecto humano ante la desesperación y el pecado, intenta demostrar cómo la sociedad contribuye a la perpetuación de estos pecados. Porque, lejos de haber desaparecido, los 7 pecados capitales, desafortunadamente, continúan manifestándose de diferentes formas en la sociedad actual. De hecho, la codicia se alimenta de sistemas capitalistas, la lujuria se comercializa en la industria del entretenimiento y la envidia se exacerba a través de las redes sociales y de la comparación con los demás. Pero, aunque los pecados capitales sigan presentes, si se trabaja la autorregulación emocional y se desarrolla una conciencia crítica sobre nuestros impulsos, podemos comprenderlos y manejarlos mejor. www.carloshidalgo.es

La palabra es plata, el silencio oro En una sociedad donde el parloteo constante es la norma, la calidad de la comunicación se está viendo erosionada por la necesidad de hablar por hablar, sin una verdadera intención de transmitir ideas sustanciales. Está demostrado que una sobreexposición a discursos vacíos, fomenta la pérdida de profundidad en las conversaciones, afectando a la calidad de nuestras relaciones. Conviene recordar, que el lenguaje es la herramienta prístina con la que se fortalecen las relaciones interpersonales y se construyen vínculos. Y, si bien el lenguaje es un puente de conexión, el silencio es una manifestación de introspección y respeto, pues la capacidad de permanecer en silencio en momentos clave potencia la empatía y la comprensión mutua. En términos psicológicos, el silencio permite procesar la información y fomentar la autorreflexión, lo que favorece la regulación emocional, ya que se evitan respuestas impulsivas o poco meditadas. En los países nórdicos, a diferencia de otras culturas, no existe una tradición de conversación “trivial”. En los encuentros sociales, los nórdicos no sienten la necesidad de llenar los silencios (que pueden durar varios minutos sin generar incomodidad) pues, en lugar de rellenar cada pausa con palabras vacías, prefieren la tranquilidad. Quizás el reto sería no eliminar el habla, sino encontrar un equilibrio consciente entre la expresión verbal y el silencio reflexivo. Aprender a hablar con intención, elegir palabras con sentido y saber cuándo el silencio es la mejor respuesta, permitiría recuperar la esencia de la comunicación efectiva. En definitiva, si la palabra es plata, el silencio es oro porque nos da la oportunidad de conectar con nuestro mundo interno, escuchar con atención y transmitir mensajes más auténticos. www.carloshidalgo.es

Los dibujos animados La especialista en neuropsicología infanto-juvenil, Elvira Perejón, en su libro “Educar con cerebro”, asegura que los dibujos animados ya no son lo que eran. Por ejemplo, Bob Esponja o CoComelón tienen aproximadamente 35 cambios de plano por minuto, más del triple que los dibujos típicos de antaño. Esto se debe a que la industria del entretenimiento infantil, por la era de la inmediatez en la que vivimos, ha adaptado su contenido a las nuevas demandas de atención generadas por las tecnologías aplicadas a las redes sociales, fundamentalmente TikTok. Elementos de estos dibujos animados, como cambios rápidos de escena, colores brillantes, sonidos intensos y ritmo acelerado, sobreestimulan de tal forma el sistema nervioso infantil, que genera una sobrecarga sensorial y una dependencia a estímulos cada vez más intensos. Es como si estuvieran constantemente bombardeados por impulsos visuales y auditivos, lo que imposibilita que puedan reflexionar sobre lo que ven y procesar todo con calma, dificultando que disfruten de actividades más pausadas. Y es que una estimulación temprana inadecuada, no solo es innecesaria y poco aconsejable, sino que es contraproducente para un cerebro tan vulnerable como el de un niño. Tanto es así, que el pasado diciembre, la Asociación Española de Pediatría aconsejó reducir al máximo el tiempo que los más pequeños pasan delante de una pantalla, al encontrarse una relación directa entre la velocidad de los cambios de plano de las series infantiles y la falta de concentración de los niños, especialmente en etapa preescolar, traduciéndose esto en más rabietas, mayor frustración y peor rendimiento académico. No olvidemos que cuanto más tiempo pasa nuestro hijo en una pantalla, menos tiempo pasa en la vida real. www.carloshidalgo.es

La peregrinación de Les Useres Este fin de semana, correspondiendo con el último viernes del mes de abril, 12 peregrinos y un Guía han caminado durante 30 km. desde Les Useres hasta la ermita de Sant Joan de Penyagolosa, pidiendo salud, lluvia y paz, para volver al día siguiente. La caminata atraviesa por distintas fases y, en cada una de ellas, els pelegrins experimentan un abanico de emociones que van desde la expectativa y el miedo inicial, hasta la euforia y el alivio al alcanzar el destino. Antes de iniciar la peregrinación, y por la presión de cumplir con las exigencias de un rito iniciado en el siglo XIV, els pelegrins sufren ansiedad e incertidumbre. Pero, el apoyo de la comunidad y la existencia de rituales previos, ayudan a canalizar estas emociones, transformando la tensión inicial en una expectativa positiva que les impulsa a comenzar el camino con determinación. El silencio que mantienen durante todo el recorrido cumple una función psicológica determinante, pues la ausencia de palabras les obliga a estar presentes en cada paso, sintiendo el esfuerzo físico, la respiración, el entorno y las emociones que van surgiendo en el camino. Independientemente de las creencias religiosas de cada uno, gracias a las letanías, rezos y cantos, los peregrinos entran en un estado de concentración que favorece la introspección y el contacto con la propia espiritualidad, aportando la fuerza necesaria para hacer frente a unas condiciones austeras y exigentes. En definitiva, la peregrinación, más allá de un recorrido geográfico, es un viaje hacia el interior, una experiencia psicológica que fortalece la resiliencia, fomenta el autoconocimiento y refuerza la conexión con la comunidad y la espiritualidad. www.carloshidalgo.es

LA CRIANZA RESPETUOSA

La crianza respetuosa La llamada crianza respetuosa, también conocida como crianza consciente o positiva, ha ganado popularidad en los últimos años como método educativo de los padres. Este tipo de crianza aboga por un diálogo abierto y constructivo, lo que ayuda a que los niños aprendan a expresar sus sentimientos y a resolver conflictos de manera asertiva, fortaleciéndose los lazos entre padres e hijos. Por norma, en lugar de castigar, se busca enseñar a los niños a reflexionar sobre sus acciones y a tomar decisiones responsables, lo que refuerza su confianza en sí mismos y promueve su sano desarrollo emocional. Pero, como cualquier metodología, conseguir esto es un desafío importante. Por un lado, exige tiempo y dedicación pues, este estilo de crianza, implica un compromiso y una atención constante a las necesidades del niño, lo cual es un reto para los padres que tienen las agendas ocupadas. Además, la búsqueda de la evitación del castigo, puede llevar a confusiones sobre cómo establecer límites claros y consistentes, cayendo con frecuencia en la permisividad. Y, lidiar con los comportamientos desafiantes de los hijos, requiere de un manejo emocional constante por parte de los padres, quienes tienen que trabajar en su propia paciencia y regulación emocional, con el fin de evitar reacciones impulsivas. En definitiva, es un enfoque que promueve el desarrollo integral y positivo del niño, donde es esencial mantener un equilibrio entre el respeto y la firmeza, asegurando que los niños crezcan en un ambiente de confianza y, al mismo tiempo, con límites claros. Y, como todo en la vida, encontrar el equilibrio es la clave para conseguir una relación familiar sana y armoniosa. www.carloshidalgo.es

Los “Incels” La serie “Adolescencia” se ha convertido en un fenómeno global. Alabada por la actuación de sus protagonistas, en escenas rodadas en una sola toma, y por su guion, trata sobre un adolescente británico de 13 años, que es detenido, después de que una compañera de su escuela fuera asesinada. Entre los temas que trata la serie, está la masculinidad tóxica, la ciberviolencia y el mundo de los incels. El término, acrónimo de la palabra inglesa involuntary celibate (célibe involuntario), se refiere al grupo de personas, predominantemente hombres, que se ven incapaces de tener una pareja o una relación sexual, a pesar de desearlas. Su incapacidad para formar relaciones con frecuencia les genera desesperanza, mientras experimentan sentimientos de aislamiento, rechazo y baja autoestima. Además, las normas sociales y culturales que idealizan (ciertos estándares de belleza y el éxito romántico) exacerban estos sentimientos, haciendo que se sientan aún más marginados. Las plataformas de internet donde los incels interactúan, son un refugio para ellos, pero también un espacio donde se refuerzan sus narrativas negativas, fomentando la victimización y el resentimiento, especialmente hacia mujeres y hombres con éxito en el ámbito romántico, intensificando y perpetuando unas creencias dañinas. Este movimiento virtual, que generaliza el odio fundamentalmente hacia la mujer, ha llegado a desembocar en actos violentos en la vida real. Y es que el uso de las redes por parte de los menores requiere de un control por parte de los adultos, al ser un sector muy vulnerable que está en el proceso de construir su identidad. Y, sin un sostén familiar adecuado, es fácil que las redes sean una peligrosa puerta de entrada a la violencia. www.carloshidalgo.es

La Metamorfosis de Aitana La cantante Aitana, mientras presentaba el reportaje “Metamorfosis”, serie documental en la que comparte momentos íntimos, mientras reflexiona sobre su paso de adolescente normal a estrella del pop internacional, ha hablado públicamente sobre su salud mental, confesando que hace terapia y que toma psicofármacos. A ella, como le ocurre a muchos pacientes, le costó reconocer que tenía un problema relacionado con su salud mental, pues no consideraba que tuviera ningún motivo “real” para sufrir ansiedad y depresión. Pensar que es una privilegiada de la vida, por el éxito, el dinero o la fama que tiene, hace que se sienta culpable y avergonzada por padecer el malestar emocional. Pero la depresión o la ansiedad no entiende de clases sociales y el “síndrome del impostor” (del cual también es confesa) puede estar presente en la mente de las personas más exitosas. Es posible que la cantante esté atrapada en un ciclo de autoexigencia que nunca termina, una necesidad de validación que está impulsada por inseguridades, creencias aprendidas o experiencias pasadas. Con frecuencia, aprendemos a medir nuestro valor personal en función de nuestros éxitos, de la aprobación de los demás o de lo que podemos aportar a los otros, lo que acarrea una presión constante por demostrar que somos suficientes. Pero, la verdad, es que no tenemos que hacer nada extraordinario para merecer amor, respeto y reconocimiento, porque nuestro valor no depende de lo que logramos, ni de lo que otros piensan de nosotros. Por lo tanto, conviene construir una relación más sana con nosotros mismos, sin depender del reconocimiento externo, ya que nuestro valor está en lo que somos, y no en nuestros logros. www.carloshidalgo.es

La confianza en uno mismo

La historia de Google se inicia en 1995, en la Universidad de Stanford. Los fundadores Larry Page y Sergey Brin se conocieron mientras cursaban un programa de doctorado en informática y, aunque al principio no se cayeron bien, confiaron el uno en el otro iniciando el desarrollo de BackRub, el primer motor de búsqueda que precedió a Google, un algoritmo que clasificaba los sitios web en función de cuántos otros sitios los enlazaban. Simple, pero genial. Estos chicos suplicaron a Yahoo que comprara su sitio web por un millón de dólares en 1998. Pero el dueño de Yahoo no atendió a su petición al considerarlo algo sin valor, que tener un motor de búsqueda no servía para nada. Mientras, Page y Brin, seguían trabajando en su “inútil” proyecto, pensando que la búsqueda no era sólo una herramienta, sino la puerta de entrada a Internet. Hoy en día, Google gana más en 3 días que Yahoo en su mejor año, teniendo un valor de 2 Trillones de dólares. Circula un rumor, con viso de ser cierto, que asegura que cada año por Navidad, esta pareja de amigos, todavía envían una tarjeta de agradecimiento a Yahoo por no haberlos comprado. En un mundo donde la conformidad y la aprobación social a menudo dictan nuestras decisiones, sostener una visión en la que creemos con fervor puede ser un reto monumental. A menudo, la innovación y la originalidad pueden parecer desalentadoras cuando no cuentan con el respaldo de los demás. Sin embargo, es en estos momentos de adversidad donde se forjan los grandes líderes, visionarios y creadores de cambios. Creer en tu visión cuando otros no lo hacen no solo es un acto de coraje, sino también una senda hacia la autenticidad y el éxito genuino. Hoy en día, Google procesa 40.000 búsquedas cada segundo. Y todo porque dos estudiantes se negaron a rendirse cuando todo el mundo decía que su idea no valía nada. Creer en tu visión cuando otros no lo hacen es un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal. Es un camino que requiere valentía, resiliencia y una fe inquebrantable en ti mismo. Porque esta historia no trata sólo de oportunidades perdidas. Trata de creer en tu visión cuando otros no lo hacen. A veces, lo mejor que te puede pasar es que alguien te diga “no”. www.carloshidalgo.es

Pocas luces

POCAS LUCES Acaba de empezar la primavera, y lo hace intentando huir del mal tiempo. En estas últimas semanas, en nuestra provincia, ha habido más lluvia que en Galicia y menos horas de sol que en Londres, Munich o París. Está demostrado que, la falta de horas de sol, tiene un impacto significativo en la salud, tanto a nivel físico como mental. La luz solar es fundamental para que nuestro cuerpo produzca vitamina D, necesaria para mantener los huesos fuertes y el sistema inmunológico saludable y, la privación de esta, conlleva a deficiencias en esta vitamina. Además, la luz regula nuestro ritmo circadiano, que controla las fases de sueño-vigilia y, menos luz, puede causar alteraciones en el sueño o sensación de cansancio físico durante el día. A nivel anímico, la luz solar influye en la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, la sensación de bienestar y la energía. Una menor exposición a la luz solar puede reducir los niveles de serotonina, lo que podría contribuir a sentimientos de tristeza, aflicción o abatimiento. Con menos sol, algunas personas, pueden experimentar síntomas de depresión estacional o trastorno afectivo estacional (TAE), especialmente en los meses de invierno, pudiendo afectar a la energía general y a la capacidad de concentración, haciendo que algunas tareas se sientan más pesadas de lo habitual. Así, y mientras el Rey Sol no comparezca con las horas a las que nos tiene acostumbrado, algunas estrategias útiles, para mitigar estos efectos, incluyen salir al exterior durante las horas de luz, usar lámparas de fototerapia que emulen la luz solar, practicar ejercicio al aire libre e intensificar las relaciones sociales. www.carloshidalgo.es

Un lustro del Covid-19

Un lustro del Covid-19 Hace unos días, se cumplió un lustro del comienzo de la pandemia Covid-19, por la que el mundo comenzó a girar de forma diferente, alterando profundamente la vida cotidiana. La incertidumbre sobre el virus, junto con el confinamiento y las restricciones sociales, produjo una gran inestabilidad emocional. El miedo al contagio, la preocupación por la salud de los seres queridos y la inestabilidad económica, fueron factores críticos que contribuyeron a un incremento de la ansiedad en la población. Además, el aislamiento social y las medidas de distanciamiento, afectaron directamente en la salud mental, pues la falta de contacto físico con amigos y familiares, acarreó un aumento significativo de los síntomas de depresión, particularmente en personas vulnerables y en aquellos con antecedentes de problemas de salud mental. A esto, hubo que sumar las restricciones en los ritos funerarios por la que hubo una imposibilidad de despedirse adecuadamente de los seres queridos, lo que exacerbó el dolor emocional. Fueron meses de incertidumbre, de calles vacías, mascarillas como accesorio imprescindible y una constante sensación de no saber qué tocar, donde aprendimos a saludar con los codos y a transformar el papel higiénico en oro, en un claro ejemplo de mentalidad de rebaño. Pero, al mirar atrás estos 5 años, demostramos también lo resiliente que es el ser humano, con una capacidad prístina para doblarse, pero no romperse. Un talento natural en asumir las situaciones límite y sobreponerse para adaptarse a la adversidad. Ser una persona resiliente no significa que no se sienta angustia ante una mala experiencia, más bien implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las circunstancias y lograr superar las dificultades. www.carloshidalgo.es