La Metamorfosis de Aitana
La cantante Aitana, mientras presentaba el reportaje “Metamorfosis”, serie documental en la que comparte momentos íntimos, mientras reflexiona sobre su paso de adolescente normal a estrella del pop internacional, ha hablado públicamente sobre su salud mental, confesando que hace terapia y que toma psicofármacos. A ella, como le ocurre a muchos pacientes, le costó reconocer que tenía un problema relacionado con su salud mental, pues no consideraba que tuviera ningún motivo “real” para sufrir ansiedad y depresión. Pensar que es una privilegiada de la vida, por el éxito, el dinero o la fama que tiene, hace que se sienta culpable y avergonzada por padecer el malestar emocional. Pero la depresión o la ansiedad no entiende de clases sociales y el “síndrome del impostor” (del cual también es confesa) puede estar presente en la mente de las personas más exitosas. Es posible que la cantante esté atrapada en un ciclo de autoexigencia que nunca termina, una necesidad de validación que está impulsada por inseguridades, creencias aprendidas o experiencias pasadas. Con frecuencia, aprendemos a medir nuestro valor personal en función de nuestros éxitos, de la aprobación de los demás o de lo que podemos aportar a los otros, lo que acarrea una presión constante por demostrar que somos suficientes. Pero, la verdad, es que no tenemos que hacer nada extraordinario para merecer amor, respeto y reconocimiento, porque nuestro valor no depende de lo que logramos, ni de lo que otros piensan de nosotros. Por lo tanto, conviene construir una relación más sana con nosotros mismos, sin depender del reconocimiento externo, ya que nuestro valor está en lo que somos, y no en nuestros logros. www.carloshidalgo.es