CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

La palabra es plata, el silencio oro

En una sociedad donde el parloteo constante es la norma, la calidad de la comunicación se está viendo erosionada por la necesidad de hablar por hablar, sin una verdadera intención de transmitir ideas sustanciales. Está demostrado que una sobreexposición a discursos vacíos, fomenta la pérdida de profundidad en las conversaciones, afectando a la calidad de nuestras relaciones. Conviene recordar, que el lenguaje es la herramienta prístina con la que se fortalecen las relaciones interpersonales y se construyen vínculos. Y, si bien el lenguaje es un puente de conexión, el silencio es una manifestación de introspección y respeto, pues la capacidad de permanecer en silencio en momentos clave potencia la empatía y la comprensión mutua. En términos psicológicos, el silencio permite procesar la información y fomentar la autorreflexión, lo que favorece la regulación emocional, ya que se evitan respuestas impulsivas o poco meditadas. En los países nórdicos, a diferencia de otras culturas, no existe una tradición de conversación “trivial”. En los encuentros sociales, los nórdicos no sienten la necesidad de llenar los silencios (que pueden durar varios minutos sin generar incomodidad) pues, en lugar de rellenar cada pausa con palabras vacías, prefieren la tranquilidad. Quizás el reto sería no eliminar el habla, sino encontrar un equilibrio consciente entre la expresión verbal y el silencio reflexivo. Aprender a hablar con intención, elegir palabras con sentido y saber cuándo el silencio es la mejor respuesta, permitiría recuperar la esencia de la comunicación efectiva. En definitiva, si la palabra es plata, el silencio es oro porque nos da la oportunidad de conectar con nuestro mundo interno, escuchar con atención y transmitir mensajes más auténticos. www.carloshidalgo.es

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