CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

El aprendizaje estadístico

El aprendizaje estadístico En el campo del entretenimiento, un analista de datos permite a la empresa maximizar sus recursos a partir de informes sobre las preferencias del usuario, sobre todo de los que aportan los outsiders, los que se salen de la norma. El mes pasado, Netflix publicó que un usuario había visto Bee Movie, film de animación donde una abeja deja su colmena al entablar amistad con una florista, 357 veces en un año. El espectador era un niño de 1 año quien, según la madre, se queda tan relajado al visionarla que no hay día en que no se la ponga nuevamente. Las imágenes en movimiento, el color, la música y las diferentes voces, son estímulos atractivos para el cerebro de los niños. Sin embargo, cuando se ve la misma película tantas veces, hay algo más que una mera atracción sensorial. El cerebro infantil aprende y consolida la información a través de la repetición, por eso no es extraño que quieran ver la misma película, oír la misma canción o que le leamos el mismo cuento una y otra vez. Esto es así, porque los pequeños integran esas historias como un patrón y, a medida que mejoran el lenguaje, descubren nuevas palabras y comprenden mejor el argumento, al ir desgranando los detalles, consiguiendo con ello una gran satisfacción personal. A esto, se le llama aprendizaje estadístico. Este es un mecanismo de aprendizaje generalizado que se da cuando aprendemos del entorno sin sobresaltos, sabiendo lo que va a ocurrir, sin imprevistos que procesar, ni información contradictoria que les ponga en alerta. Esto les permite validar sus expectativas, aumentar la sensación de control e incrementar su confianza. www.carloshidalgo.es

El año de la felicidad

EL AÑO DE LA FELICIDAD La felicidad es el único sentimiento que perseguimos con ahínco durante toda la vida. Una de las grandes incógnitas del ser humano, ha sido siempre conocer en qué etapa de la vida se alcanza la felicidad completa o por lo menos el pico más alto. Recientemente, la Universidad de Harvard, ha publicado un extenso estudio, avalado por una investigación que ha durado 80 años, que parece desmontar uno de los mitos relacionados con la felicidad. El estudio determina que el momento de máxima felicidad de nuestra vida, no se produce cuando somos jóvenes, sino a partir de los 60 años. Esto es debido a que, a esa edad, somos emocionalmente más sabios, empezamos a ser conscientes del límite de nuestra vida y nos liberamos de las obligaciones que realmente no deseamos, como amistades o reuniones que en verdad no nos gustan. Además, la cercana jubilación, unida a la independencia de los hijos, invita a aprovechar el tiempo lo máximo posible, reforzando las conexiones afectivas al rodearse de relaciones cariñosas (familia y amigos). Por otro lado, el estudio revela que la edad más triste son los 47 años, pues a esa edad se experimenta la mayor cota de estrés, debido a que es el momento en el que hay más cantidad de preocupaciones, incertidumbres y responsabilidades. A todo esto, se suma el comienzo del declive físico por culpa del lógico paso del tiempo. A pesar de todo, intentemos no perdernos las pequeñas alegrías de la vida mientras esperamos la felicidad completa pues, en ocasiones, la felicidad se cuela por una puerta que no sabíamos que habíamos dejado abierta, sin importar la edad. www.carloshidalgo.es

Efecto halo

Efecto halo El pasado mes se detuvo a Luigi Mangione, joven de 26 años, por el asesinato de Brian Thompson, ejecutivo de la mayor aseguradora de salud de EEUU, UnitedHealthCare. A raíz de su detención, las fotografías del detenido no tardaron en viralizarse, con el pretexto de su belleza. Luigi, cumple con el canon estético atractivo de hombre que hace que parezca que importe poco el cargo que pesa sobre él. Este caso ejemplifica cómo “el efecto halo” puede influir en la percepción de un crimen. Este sesgo es un fenómeno psicológico que describe cómo una impresión inicial positiva sobre alguien, influye en su percepción general, teniendo un impacto en decisiones y juicios en áreas como educación o sistema judicial. Por ejemplo, en educación, los estudiantes percibidos como atractivos suelen recibir evaluaciones más altas, independientemente de su desempeño real. En el sistema judicial, el efecto halo influye de manera directa en los veredictos pues, los acusados con rasgos físicos agradables, suelen ser tratados con mayor indulgencia. En el caso de Luigi, a pesar de la gravedad del delito, su atractivo físico, su historial académico y su procedencia socioeconómica han generado una reacción mediática y pública que parece que atenúa su responsabilidad. Así, un sector de la opinión pública, interpreta su acción como un acto desesperado de justicia contra las prácticas abusadoras de las aseguradoras de salud, en lugar de considerarlo como un crimen premeditado. Luigi se convierte así en un catalizador de frustraciones colectivas, lo que refuerza la percepción positiva de su figura, incluso frente a un acto tan violento. Este es el peligro de la romantización o idealización de un criminal por su apariencia. www.carloshidalgo.es

Perseverancia vs obstinación

Perseverancia vs obstinaciónProponernos objetivos de Año Nuevo es una práctica tan universal como el hecho de no cumplir con esos mismos objetivos. Una reciente investigación ha encontrado que el 60% de las metas planteadas para año nuevo están relacionadas con la salud (hacer ejercicio y comer sano), un 35% se relaciona con el trabajo (aprender a organizarse mejor) y, únicamente, el 5% guarda relación con metas sociales (pasar tiempo con la familia y amigos). El mismo estudio descubrió que la mayoría de personas creen que, para el cumplimiento de un fin, es importante tanto su disfrute, como la importancia del objetivo en cuestión. Sin embargo, contrariamente a lo que se cree, la investigación demostró que únicamente el deleite del propósito, predice la persistencia en la meta a largo plazo. Esto quiere decir que, no nos mantenemos firmes al plan para alcanzar nuestra meta solo porque es importante, sino que lo que nos hace perseverantes a la hora de cumplir con nuestros objetivos es cuánto podemos disfrutar de nuestro esfuerzo. Pero perseverar inteligentemente no es lo mismo que obstinarse. Mientras el perseverante está conectado a su entorno, es dúctil a la hora de incluir modificaciones en su plan inicial y capaz de corregir su trayectoria, sin perder de vista el objetivo; el obstinado, al mostrar poca flexibilidad mental, realiza acciones que originan fracasos, e impiden alcanzar el objetivo, al enfocar de manera ciega su energía, transitando por callejones sin salida. En conclusión, los propósitos de Año Nuevo no solo son metas; son una ocasión de aprender, dándonos la oportunidad de ser nuestra mejor versión. Porque el secreto no está en lo que haces, sino en como lo haces. www.carloshidalgo.es

Triste Navidad

Triste Navidad Diciembre es tiempo de reencuentros familiares, celebraciones y regalos, marcado por el espíritu navideño, que presupone alegría y felicidad generalizada. Pero, toda luz tiene su sombra y, para muchos, estas fechas son sinónimo de tristeza, llegando a provocar la llamada depresión blanca. Hay diferentes motivos que conducen a ello. En primer lugar, son unas fechas en las que parece que es obligatorio ser feliz, sonreír y ser amable con todos. Pero hay gente que no se ve representada por ese sentir o que no es capaz de modificar su estado emocional, pese a la presión social. En segundo lugar, siempre hay una silla vacía en las reuniones navideñas, de un ser querido que ya no está, evocando un recuerdo que conduce a la nostalgia y añoranza. En tercer lugar, la obligación de encontrarse con algún familiar que “vuelve a casa por Navidad”, y que no es de nuestro agrado, se encuentra también detrás del desánimo emocional. A todo esto, hay que añadir que la disminución de las horas de luz solar, también agrava la tristeza por el acortamiento del día. Una manera de intentar que el pesar no llegué a apoderarse de nosotros, con su cóctel de tristeza y apatía, es aceptar la tristeza serenamente. Tenemos derecho a estar tristes en días señalados. Por otro lado, también conviene centrarse en el presente recordando que el pasado, por agradable que haya sido, no volverá, prestando atención a los seres queridos que sí están. Pero, sobre todo, conviene tratar de adoptar una buena actitud y estar dispuestos a afrontarlo de la mejor manera, porque no podemos cambiar la realidad, pero sí mirarla de otro modo. www.carloshidalgo.es

¿Suerte o azar?

¿Suerte o azar? La suerte y el azar son palabras que se usan con frecuencia como sinónimos en situaciones fortuitas, a pesar que de manera sutil, existan diferencias entre ellas. La suerte es una interpretación subjetiva de eventos aleatorios como el porvenir o el destino. Por ello se asocia a ella amuletos que tienen el fin de atraer la suerte, como un trébol de cuatro hojas, una herradura, un elefante con la trompa hacia arriba o una mano de Fátima. El azar es objetivo, no depende de la percepción humana, como lanzar una moneda al aire o tirar un dado. Por lo tanto, la suerte es específico de la persona y el azar la constatación de que muchas circunstancias de la vida son aleatorias. Aunque hay un ejemplo donde ambos conceptos se conjugan. Éste sería el caso de Bill Morgan, un camionero australiano que tuvo un terrible accidente, del que sobrevivió milagrosamente. Tras 12 días en coma, los doctores se sorprendieron al despertar, de que no tuviera ninguna secuela. A los pocos días, acudió a un puesto de lotería y compró un “rasca y gana” resultando premiado con un coche valorado en 30.000 euros. Una televisión local se interesó por su historia y pidió recrear el momento de la compra del boleto, de tal forma que volvieron al local donde lo adquirió. Mientras las cámaras grababan, Bill entró en el comercio y compró un segundo boleto, que salió premiado con 250.000 dólares. Azar, suerte, casualidad, ventura, destino, potra, chorra, … todo junto y a la vez para el bueno de Bill. A pesar del todo, conviene no dejar nunca la suerte en manos del azar. www.carloshidalgo.es

JOMO vs FOMO

JOMO vs FOMO Afortunadamente, cada vez más jóvenes descubren los beneficios de no rendirse a la presión social de estar permanentemente conectados, alerta y pendientes de todo lo que pasa en las redes. Son los escapistas digitales que logran ver más allá de lo que la pantalla les ofrece a un ritmo frenético y que logran realmente desconectar. Si en su día hablamos del acrónimo FOMO (fear of missing out o miedo a perderse algo) en relación a la ansiedad generada por el temor a perderse cualquier experiencia o actividad, especialmente las que aparecen en redes sociales, ahora aparece el reverso de la moneda, el JOMO (joy of missing out o la alegría por estar ausente). Los jóvenes viven bombardeados de tal cantidad de información que les cuesta mucho desconectar, pasando una media de seis horas al día frente a las pantallas. Ante esto, muchos han decidido poner un poco de distancia con la tecnología, sobre todo en lo referente a los contenidos de las redes sociales. Para ello, desactivan las notificaciones, utilizan filtros de contenido y limitan el tiempo en las aplicaciones, como una respuesta consciente y positiva a la omnipresencia de las redes sociales y la cultura del “siempre conectado”. De este modo, la comparación social, la ansiedad y las decisiones impulsivas que promueve el FOMO, pasa a convertirse en un aumento de autonomía y libertad, una reducción del estrés y un mayor bienestar emocional impulsado por el JOMO. Así, la mejor manera de incorporarlo a nuestra vida sería marcando límites, declinando compromisos que no se ajusten a nuestras prioridades y aceptando que, aburrirnos de vez en cuando, es una fuente de creatividad y autorreflexión. www.carloshidalgo.es

Juguete roto

Juguete roto La trágica muerte de Liam Payne con 31 años, excantante de One Direction, el pasado 16 de octubre, al caer del balcón del tercer piso de su hotel en Buenos Aires, ha reabierto el debate sobre si la fama temprana y desmedida es compatible con la estabilidad emocional. Liam, que se sabía que había buscado ayuda profesional para poder sobrellevar una vida expuesta a los focos, tenía cocaína, alcohol y un antidepresivo en su organismo cuando se precipitó. Al cantante se le consideraba un juguete roto, víctima con apenas 17 años, de un éxito tan abrumador, que terminó abocándolo a una trayectoria errática, por la notoriedad perdida. Existen numerosos estudios que aseguran que la vida de las celebrities, conduce habitualmente a sufrir ansiedad, depresión o trastornos adictivos debido a que estas personas se sienten solas, porque la mayor parte de la gente de su alrededor no son vínculos reales. Y una de las formas de evadirse de esa realidad ficticia, de ese ambiente de falsos amigos e intereses creados, es consumir sustancias nocivas o, en algún caso, caer presa de una secta. Y es que estas personas que han tenido fama y éxito a edades muy tempranas, con frecuencia acaban excluidos de un mundo, a los que un día tuvieron acceso preferente, tratándolos como un residuo. En una profesión “montaña rusa” como esa, es necesario aprender a regular emociones, puesto que una buena gestión emocional es un aprendizaje imprescindible para conseguir que la vida sea satisfactoria y equilibrada. Al poner en práctica la inteligencia emocional, conseguimos tomar mejores decisiones, reducir la ansiedad, tolerar mejor las situaciones negativas, aumentar la motivación y controlar los impulsos. www.carloshidalgo.es

La teoría del flow

La teoría del flow Conseguir pequeñas metas, y sentir que somos capaces de avanzar, genera un estado de bienestar, una buena “vibra”, que podríamos identificar con la felicidad. A esta sensación se le conoce con el nombre de Teoría de la experiencia óptima o Teoría del flow. Fue el psicólogo húngaro Mihalyi Cskszentmihalyi quien formuló este nombre a raíz de su trabajo acerca de la felicidad, la creatividad y el bienestar. Csikszentmihalyi perfiló su teoría demostrando que la gente es más feliz cuando fluye, o lo que es lo mismo, cuando está comprometida con la actividad por sí misma. Tener objetivos claros es esencial para alcanzar el flow, porque cuando la persona sabe exactamente lo que quiere lograr, su motivación aumenta y se mantiene comprometida en la actividad. Este flow, o flujo, sobreviene cuando se produce un equilibrio entre los desafíos que afrontamos y las habilidades de las que disponemos para dicho reto. Sería algo así como el estado natural que se produce cuando desarrollamos una actividad creativa y agradable, alcanzando lo que conocemos como autorrealización. Una persona autorrealizada es tolerante con los demás, segura de sí misma y paciente a la hora de enfrentarse a los problemas. La autorrealización pues, sería el proceso de desarrollo personal en el que uno se esfuerza por alcanzar su máximo potencial y satisfacción en la vida. Tanta es la importancia de este término que, muchos expertos, creen que la única manera de sentirnos felices es consiguiéndola. Así que, sabiendo que los sueños no tienen fecha de caducidad, y que la autorrealización más que un punto final, es el propio camino en sí, inhala, exhala y sigue adelante. www.carloshidalgo.es

La Matriz del destino

Matriz del destino La Matriz del destino es una nueva tendencia de TikTok que “garantiza” desvelar, combinando numerología y astrología, los patrones ocultos de nuestra vida. Así, tan solo con la fecha de nacimiento y la carta astral, se puede conocer nuestro futuro en el área sentimental, económica y laboral, además de informarnos de nuestras fortalezas y debilidades. ¡Flipa! Por lo visto, los números representan los principios universales conforme a los que evolucionan todas las cosas, simbolizando los estadios por los que pasa una idea antes de hacerse realidad. ¡Ahí es nada! Pero esto no es todo, pues la astrología también juega un papel esencial en la Matriz del destino ya que, a partir de ella, podemos conocer nuestra esencia y personalidad. Así, esta “poderosa” herramienta, que une el mundo de la astrología y la numerología, sirve como faro para navegar por nuestro camino con un rumbo nítido y claro. ¡Mátame camión! En esencia pues, la idea de esta Matriz se basa en la creencia, sin aporte científico alguno, de que hay un plan predeterminado para cada uno. Y esto es muy peligroso pues, al sentir que todo está decidido, las personas evitan tomar decisiones difíciles o asumir la responsabilidad de sus vidas. La realidad en cambio es que, aunque existen influencias externas y circunstancias que no podemos controlar, tenemos el poder de tomar decisiones y dar forma a nuestra realidad. La vida está llena de oportunidades para crecer, aprender y redefinir nuestro destino a través de nuestras elecciones y acciones. Y, sin duda, adoptar una visión más activa de la vida, donde nuestras decisiones importen, conduce a tener un mayor sentido de propósito y realización personal. www.carloshidalgo.es