CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

padre coraje

Padre coraje Alberto Aguilar es un tímido transportista de levadura que empeñó sus ahorros pegando carteles y ofrecido un rescate, con el fin de localizar a su hija, presa de una secta. Su pesadilla comenzó el 7 de enero de 2017 cuando Patricia, con 18 años recién cumplidos, cogió una maleta, unos cuantos libros esotéricos y 6.000 euros del negocio de su padre y voló a Perú, marchándose a hurtadillas de casa. Alberto y su mujer (Rosa) registraron su habitación y descubrieron manuscritos sobre la secta Gnosis y apuntes sobre trámites para casarse en Perú con Félix Manrique Gómez, un peruano que se hace llamar el Príncipe Gurdjieff. Este gurú espiritual contactó con Patricia cuando tenía 16 años mientras ésta buscaba respuestas al significado de sus sueños por internet. Poco a poco el gurú, la convenció de que con él podía empezar una nueva vida pues era uno de los Siete Reyes de la Creación. Así, se hacía pasar por un dios que había vuelto a la tierra para salvarla de un inminente apocalipsis, con la misión de repoblarla con una raza nueva, para lo que necesitaba nueve mujeres, teniendo Patricia el “honor” de ser la tercera. El primer método que utilizan las sectas es el aislamiento, es decir, intentar mantener a la persona alejada de la influencia de familiares y amigos, haciéndola así más vulnerable a la manipulación. El segundo método es reforzar la idea de que fuera de ellos hay amenazas terribles, lo que hace que el captado se sienta inclinado a devolver el favor, y a ser amable con ellos, generando un creciente sentido de deuda y obligación. El tesón del padre ha hecho que localice a su hija en una selva de Perú, con un bebé de un mes, desnutrida, desaliñada y con la mirada perdida. Ahora, médicos y psicólogos intentan recuperarla física y mentalmente, pero la tarea será ardua, lenta y difícil. www.carloshidalgo.es  

Todo por un like

TODO POR UN “LIKE” Se calcula que durante este verano se van a dar casi 400.000 millones de “likes” en las redes sociales, a paisajes o posados ideales de la muerte, pero que en el fondo no dejan de ser fotografías encaminadas al exhibicionismo, reconocimiento y popularidad alejándose, la mayoría de las veces, de la verdadera realidad. Y todo porque hoy en día parece que la querencia o aceptación social se mida por el número de “likes” a las fotos que una persona suba a la red. Según los últimos estudios casi 8 millones de españoles son adictos al móvil llegando a pasar mas de 5 horas al día mirando la pantallita. Una barbaridad se mire por donde se mire pues, a pesar de que esta era está dominada por un mundo online con muchos aspectos positivos como facilitar la comunicación entre las personas, aumentar la inmediatez de información, el entretenimiento y la interacción social, también tiene su parte nociva pues el descenso de la edad de inicio en este mundo (la mayoría de los jóvenes de 12 años poseen un Smartphone de última generación) hace que exista una generación de adolescentes, en plena formación de su personalidad, esclava y dependiente de un “like”. Y es que no se puede obviar que en esa franja de edad se está muy vulnerable a las opiniones de los demás, depositando gran parte de la confianza y de la seguridad de uno mismo, en el número de me gusta que se reciban a lo publicado, creando esa necesidad para estar bien y, por el contrario, aumentando la infelicidad y ansiedad en el caso de no conseguirlo. El objetivo de esta tiranía del pose constante es demostrar que somos felices, corriendo el riesgo de vivir en un postureo constante para gustar a los demás, llegando incluso a pensar que si una foto no triunfa, es que no son aceptados. www.carloshidalgo.es  

Infantilización de los adultos

Infantilización de los adultos A una velocidad vertiginosa la sociedad se está convirtiendo en una eterna adolescente adicta al entretenimiento. Durante años, sociólogos y psicólogos vienen advirtiendo sobre la infantilización de la sociedad postindustrial. La realidad es que a pesar de que la población envejece, los rasgos adolescentes permanecen en una proporción cada vez mayor de personas adultas. Por un lado, es una evidencia que la juventud se ha convertido en icono de culto, objeto de veneración que hace que la gente intente permanecer joven a golpe de bisturí. Todo es respetable. Pero, por otro lado, lo más preocupante es la creciente porción de adultos que se esmera en cultivar su propia inmadurez haciendo que la experiencia que proporciona la edad, se vea mas como un lastre que como una virtud. Este hecho hace que la adolescencia se extienda hasta edades muy avanzadas, generando así una sociedad inmadura, integrada por personas que exigen cada vez más, pero que se esfuerzan cada vez menos. Todo esto hace que, paulatinamente, vaya desapareciendo la cultura de la reflexión y el pensamiento, siendo sustituido por el impulso y la inmediatez, síntomas patognomónicos de la adolescencia. La educación basada en el raciocinio está cambiando hacia la satisfacción instantánea, por lo que la cultura se va convirtiendo en entretenimiento, dominando la impulsividad sobre el pensamiento, lo que hace que cada vez seamos menos capaces de gestionar lo que nuestros antepasados hacían con naturalidad, creando traumas de cualquier cosa y buscando excusas para no asumir responsabilidades. Esta visión infantil de la vida se refleja también en como se intenta inflar la autoestima porque sí, sin ningún motivo que la sostenga y sin hacer nada para ganarla. Y lo cierto es que es el trabajo bien hecho (el esfuerzo) el que crea y fortalece la autoestima. Ante tanto Peter Pan es necesario tener más iniciativa, asumir responsabilidades y ser más autónomo. www.carloshidalgo.es

la soberbia

La soberbia El estudio de los rasgos de la personalidad es uno de lo que más interés despierta en el ámbito de la psicología. En el caso que nos ocupa, los rasgos de personalidad que definen a las personas soberbias están especialmente relacionados con dos características: la megalomanía y el narcicismo. Cuando hablamos de megalomanía nos referimos a un patrón caracterizado por un sentido de grandiosidad y auto-bombo máximo, con una necesidad insaciable de atención. En otras palabras, un delirio de grandeza, con un sentido exagerado de autoestima, poder e importancia. Por otro lado, el narcisismo se refiere mas a una abrumadora necesidad de admiración por parte de los otros y a una falta total de empatía hacia los demás. Las personas narcisistas a menudo creen que son de vital importancia en la vida de todo el mundo, creyendo tener siempre más valor que el resto de los mortales. Ambas dimensiones psicológicas (megalomanía y narcicismo) están tan vinculadas entre sí que terminan convirtiendo a una persona en soberbia. Algunas características que presentan las personas soberbias es la de que creer que están casi siempre en lo cierto, la de estar pendientes de su imagen pública de manera enfermiza y la de pensar que nunca se les presta la atención suficiente, encontrando fácilmente una excusa para enfrentarse al otro, pudiendo llegar a enfadarse mucho por detalles nimios. En definitiva, hablamos de una arrogancia extrema, junto a una creencia de superioridad y autoconcepto exagerado que se manifiesta con afirmaciones excesivas y presuntuosas. Pero, la realidad es que el soberbio busca ocultar sus inseguridades, pues en el fondo sabe que no tiene la capacidad para cumplir con sus objetivos y teme ser avergonzado en público. Cómo si fuese un niño, sigue creyendo que puede y merece ganar siempre, lo que indica que en la base de su arrogancia se esconde una actitud infantil y un problema de autoestima e inmadurez. www.carloshidalgo.es    

Patrones de conducta

PATRONES DE CONDUCTA Albert Einstein dijo que locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener un final diferente. Es cierto que, a lo largo de la vida, nos cruzamos con gente tóxica que nos estafa emocionalmente hablando, pero cuando se repite el mismo resultado una y otra vez, puede que el problema sea nuestro, de los patrones de conducta. Si definiésemos de manera simplista lo que es un patrón de conducta, se podría decir que es una conducta que sirve de modelo, como una guía que orienta la respuesta ante una situación específica. Estos patrones se van adquiriendo mediante el aprendizaje bien por lo que observamos en nuestro entorno o por experimentación propia ante los problemas de la vida. Así, un patrón es una estructura que tiende a repetirse y perpetuarse, de la misma forma que los patrones de costura que utiliza un modisto para confeccionar sus vestidos. Los patrones son la estructura y la base a través de las cuales creamos nuestra realidad, y por eso hay tantas realidades como personas porque, por mucho que alguien pueda parecerse a otro, nunca serán igual ya que cada uno tiene una forma particular de ser y de enfrentarse a los hechos de la vida. Cuando los patrones son constructivos y conllevan conductas apropiadas a la situación, experimentamos paz y seguridad, pero si nos hemos habituado a tener un tipo de patrón de conducta negativa que nos perjudica, aunque resulte complicado cambiarlo, hemos de intentar modificarlo porque acabará pasando factura. Ejemplos de patrones erróneos son: esperar a que todo se solucione por sí mismo, permanecer instalado en la queja, culpar a los demás de lo que pasa, querer tener siempre la razón, etc. Un patrón se graba por repetición en el inconsciente y luego acaba saliendo de forma automática, por eso es tan difícil identificarlos, pero con terapia todo es posible. www.carloshidalgo.es

LA ANOSMIA

ANOSMIA No es necesario tener conocimientos científicos para saber la importancia que tienen los sentidos en nuestra vida. Toda la realidad que percibimos llega a nosotros a través de estas vías y si alguna de ellas falla, notaremos una gran merma en nuestra vida. Se conoce como anosmia a la discapacidad sensorial que acarrea una pérdida o disminución del olfato. Las personas que padecen esta condición médica también tienen problemas con el gusto, pues ambos sentidos están muy relacionados. En verdad el olfato es uno de los sentidos más importantes que existe. No en vano, todos sabemos la relación directa que hay entre el comportamiento sexual y el olor (feromonas), hasta tal punto que gran parte del atractivo entre hombres y mujeres parece que depende del olor que desprenda el otro mas que de la vista. Incluso las madres pueden diferenciar el olor firma de sus bebés de igual forma que los bebés, por su parte, ya desde los primeros meses de vida, son capaces de reconocer a su madre por el olor. Una investigación realizada por el Instituto de la Ciencia de Israel, ha descubierto que la primera asociación de un objeto con un olor tiene una representación cerebral única. Esta capacidad para recordar olores concretos es sorprendente pues hay que tener en cuenta que las neuronas del epitelio olfatorio tienen una vida media de 60 días y, tras su muerte, son reemplazadas por otras células nerviosas que deben establecer de nuevo las sinapsis. Una precisión extrema en el recambio celular permite que los recuerdos no desaparezcan y queden grabados en el cerebro. De ahí la capacidad del olfato para traer recuerdos porque, con su poder evocador, tienen la capacidad de generarlos. Afortunadamente, se han comenzado a realizar rehabilitaciones olfativas a personas con anosmia, donde se les “enseña” a oler a base de textura, color y recuerdos, para así por lo menos crear una ilusión olfativa. www.carloshidalgo.es    

La soledad

La soledad, un mal de nuestro tiempo Existen diferentes causas que pueden producir una gran dosis de sufrimiento pero pocas tan dolorosas como la soledad. En psicología se considera que alguien está solo cuando no mantiene comunicación con otras personas o cuando percibe que sus relaciones sociales son pobres o no satisfactorias, lo que lo distingue del aislamiento social. La soledad refleja una percepción del individuo respecto a su red de relaciones sociales, bien porque esta sea escasa o porque las relaciones sean demasiado superficiales. Sin embargo, el aislamiento social se presenta cuando una persona se aleja totalmente de su entorno de manera involuntaria, condición que suelen darse en personas que han padecido algún hecho traumático en su vida, como haber sido víctima de bullying, algún abuso o padecer una depresión. Se podría decir que existen tres características que definirían la soledad: es el resultado de relaciones sociales deficientes, es una experiencia subjetiva pues uno puede estar solo sin sentirse solo o sentirse solo cuando se halla en grupo y, por último, genera angustia y tristeza. Y es que, aunque sea una verdad incómoda, estamos en una sociedad egoísta e individualista llena de gente sola o que se siente así. Sirva de botón de muestra la loable iniciativa de un joven estadounidense en paro que decidió ocupar su tiempo en escuchar todo lo que la gente quisiera contarle. Con tal fin colgó un video en la Red, titulado “A pesar de no conocerte, me importas”, ofreciendo su escucha a todo el que le llamara. Al joven se le colapsó el terminal al recibir más de 5.000 mensajes y llamadas en un par de días. Y es que somos seres sociales que necesitamos de los demás. Y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar nuestra autoestima, ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean. www.carloshidalgo.es      

cuando los cambios nos superan

Cuando los cambios nos superan En ocasiones, los cambios que se producen en la vida pueden desestabilizar y producir un gran malestar. En psicología a esto se le conoce como trastorno adaptativo, esto es, un estado emocional que puede ser depresivo, ansioso o mixto, producido por una situación que cambia el equilibrio de la persona y que supone un factor estresante para ella. Estos factores estresantes pueden ser de diversa índole: cambio de vivienda, de ciudad, ruptura de una relación, nacimiento de un hijo, un ascenso … El factor común en todos estos casos es el cambio de situación ante el cual la persona responde de forma exagerada o dramática, es decir, sobredimensiona los efectos negativos del cambio, aún cuando racionalmente se sabe que lo que ha sucedido sea para mejorar la situación. Para que se produzca un trastorno adaptativo debe darse, o bien tener un factor de vulnerabilidad al cambio, o bien muchos cambios relativamente importantes en un corto espacio de tiempo. Los síntomas típicos del trastorno son desmotivación, apatía, alteraciones en el sueño, desajustes del estado de ánimo, irritabilidad o sentimientos de inutilidad. Esos cambios suelen provocan el aumento de conflictos en la red social de la persona e incluso en el terreno laboral, disminuyendo así la calidad de vida. Para que esto no ocurra conviene desdramatizar las situaciones y relativizar las dificultades puesto que, con frecuencia, hay una tendencia a centrarse en lo negativo. El paso final es afrontar la situación y realizar actividades, pues quedarse inactivo dejando el tiempo pasar no soluciona nada. Si bien el tiempo puede ser un gran aliado, lo que verdaderamente importa es lo que se haga en ese tiempo. Por ello la clave de la superación está en uno mismo, en cómo aprovechar esas experiencias difíciles para dar un salto como personas. Por eso hay que forzarse a hacer cosas, aún con falta de ganas. www.carloshidalgo.es      

Buena o mala suerte

Buena o mala suerte Comúnmente existe la creencia extendida de que para tener éxito es necesario tener talento y trabajar duro. Sin duda, ser perseverante, listo e imaginativo influye, pero no tanto como los golpes de suerte ya que una investigación asegura que la suerte es el factor mas influyente en el éxito. Por ejemplo, conocer casualmente a una persona muy influyente en nuestra línea laboral es mucho mas beneficioso que todo lo demás. Y viceversa, tener un accidente o padecer una enfermedad restará posibilidades de éxito. En este punto, conviene recordar un cuento que nos enseña que todo lo que a primera vista puede ser un contratiempo con el tiempo puede resultar beneficioso. La historia habla de un anciano labrador, viudo y pobre, que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo se escapó. Los vecinos se acercaron a su granja diciéndole: ¡Qué mala suerte, tu único caballo se ha escapado! A lo que el anciano replicó: Mala suerte o buena suerte, quién sabe. Unos días más tarde, el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos acudieron a felicitar al labrador diciéndole: ¡Qué buena suerte que tu caballo regresara y además trajera consigo un montón más! El labrador respondió:¿Buena suerte o mala suerte, quién sabe. El hijo del labrador, intentando domar uno de aquellos caballos salvajes, se rompió una pierna. De nuevo los vecinos fueron a decirle al anciano: ¡Qué mala suerte, que tu hijo se ha roto la pierna! Y el labrador dijo: Mala suerte o buena suerte, quién sabe. Una semana más tarde, el país entró en guerra y fueron reclutados todos los jóvenes varones excepto el hijo del labrador que, con la pierna rota, se libró. La buena o mala suerte depende en parte de nuestra actitud a la hora de hacer frente a las situaciones.  www.carloshidalgo.es          

La manada

LA MANADA En boca de todos está el irritante resultado de la suave sentencia a “La Manada” por la violación grupal a una joven en San Fermín el año pasado. Analizando los “whatsapps” y los ritos de estos asaltantes, se observa en ellos un perfil claro de psicópatas y depredadores. Cuatro de los cinco condenados han sido acusados también de haber abusado en Córdoba de otra chica a la que previamente habían drogado. Estos hechos salen a la luz gracias a que, no sólo grababan en vídeo los ataques, sino que los comentaban y compartían con amigos. Los términos que empleaban en estas conversaciones desvelan que detrás de sus agresiones se esconde un comportamiento psicopático. Así, todo indica que los autores tienen una actitud primitiva y animal, obsesionados por pertenecer a un grupo violento que refuerce su identidad y para quien el sexo es un elemento con el que humillar a su víctima. Ya para empezar, poner el nombre de Manada en su foro muestra mucha simbología sobre lo que son: un grupo de animales que se cohesiona a través de actuaciones violentas y delictivas. No en vano, uno de los agresores tiene tatuada la frase: “El poder del lobo reside en la manada”. Efectivamente, eso les define como animales salvajes y sin escrúpulos que no dudan en utilizar Burundanga (droga que anula la voluntad) para dominar mediante el engaño, como un depredador. Ante este panorama no es de extrañar la respuesta espontánea y multitudinaria en forma de rechazo a la sentencia. Una violación no se puede medir en función del grado de violencia, sino en base al consentimiento. El bloqueo de la víctima ante una agresión de este calibre es la manera de reaccionar nuestro cuerpo para tratar de sobrevivir y minimizar el impacto del suceso amenazante. A este paso, se va a tener que enseñar un protocolo de la buena víctima en una violación. www.carloshidalgo.es