CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Generación copo de nieve

Generación copo de nieve

Siempre que imaginamos un copo de nieve lo asociamos a belleza y singularidad, pero también a fragilidad y vulnerabilidad. Despectivamente, se utilizan estas dos últimas características para definir a una generación nacida entre 1980 y 1995, y que en la actualidad son unos adultos jóvenes con una tendencia exacerbada a sentirse ofendidos con facilidad. Se podría definir a este grupo de personas emocionalmente inerme, ya que está formada por gente extremadamente sensible a los puntos de vista que desafían su opinión, respondiendo con una susceptibilidad excesiva al mínimo agravio. El término proviene de la novela “El club de la lucha” de Chuck Palahniuk, donde se puede leer: “No eres especial, no eres un hermoso y único copo de nieve”. La llamada de atención la dieron profesores de Yale, Oxford y Cambridge, al notar que la nueva generación de estudiantes que acudía a sus clases era especialmente susceptible, poco tolerante a la frustración y particularmente dada a formar una tormenta en un vaso de agua. No hay duda de que cada generación refleja la sociedad que le tocó vivir, pero esto no significa que todas las personas de una generación respondan al mismo patrón, puesto que siempre hay diferencias individuales. Tampoco se puede negar que una generación tiene metas, sueños y formas de comportarse comunes. De hecho, se llega a decir que los hijos se parecen más a su generación que a sus padres, ya que los estándares sociales moldean características de la personalidad. Pero se da por hecho que ha sido un error educativo, por parte de los padres, en el sentido de sobreprotección, la variable que más ha pesado en esta generación, pues unos padres siempre dispuestos a allanar el camino de sus hijos y a resolver en su lugar los problemas, ha dado como resultado jóvenes sin resiliencia y con poca tolerancia a la frustración. www.carloshidalgo.es

Deja un comentario

× Contacta