VIVIR CON ILUSIÓN
Una enfermera, dedicada al cuidado paliativo de enfermos terminales, ha decidido compartir las vivencias tenidas con decenas de personas que pasaron con ella las últimas semanas de sus vidas. Por norma, sus pacientes eran los que volvían a casa para morir. La mayoría sabían que iban a fallecer pronto y, enfrentarse a su propia mortalidad, les hizo meditar sobre sus vidas. Después de pasar por una serie de etapas donde experimentaban la negación, el miedo y la ira, la mayoría alcanzaba la paz antes de morir. Todos tenían en común tres arrepentimientos cuando eran preguntados acerca de lo que cambiarían de sus vidas. Lo primero que decían es que hubiesen querido tener el coraje de vivir la vida siendo fiel a sus sueños, y no vivir la vida sometido a lo que otros esperaban de ellos. Se encontraban en el final de sus vidas y nadie había cumplido ni la mitad de sus sueños. En segundo lugar, comentaban que ojalá hubiesen sido capaces de expresar más los sentimientos, en vez de quedarse callados. Pensaban que parte de sus enfermedades se habían desarrollado por albergar sentimientos de amargura y resentimiento no expresados en su momento. Por último, se lamentaban de haber perdido el contacto con sus amigos, al no dedicar más tiempo y esfuerzo en mantenerlos. En definitiva, ahora que se encontraban al final del camino, todos se dieron cuenta de que la felicidad era una opción. Que tener ilusión es un término asociado al sueño y a la esperanza, y que va ligado a emociones y sensaciones positivas. La ilusión ayuda a vivir mejor y a elegir la felicidad. www.carloshidalgo.es