CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

LOS PREJUICIOS

LOS PREJUICIOS

Un prejuicio, del latín praeiudicium, (juzgado de antemano) viene a referirse a la formación de un juicio sobre alguna persona, cosa o idea de manera anticipada. Sería algo así como la acción de juzgar sin tener un conocimiento cabal, antes del tiempo oportuno, formándose una opinión precipitada sobre algo que se conoce poco y elaborando una postura antes de la evidencia. Por ejemplo, pensar que la gente del norte es hosca, sin haber estado nunca por la zona, es un prejuicio y estaría reproduciendo un estereotipo. Ahora, a partir de un estudio realizado por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza), se ha podido concluir que las personas con prejuicios están en desventaja frente a los demás porque no aprenden nada nuevo y suelen perder oportunidades. En el experimento que se realizó, los psicólogos hicieron que los participantes se involucraran en un juego donde las personas podían seguir dos estrategias: ser amables o antipáticas. Si un jugador era amable y se encontraba con otro que no lo era, perdía. Por tanto, las personas podían decidir qué estrategia adoptar, basándose en un análisis rápido de su contrincante, en un prejuicio. Se constató que las personas prejuiciosas no aprendían de sus errores, por lo que no eran capaces de ajustar su comportamiento y seguían perdiendo. Y es que los prejuicios no nos sirven como brújula cuando las situaciones sociales son más complejas, mas bien hacen que juzguemos mal o de forma parcial a la persona que tenemos delante, haciendo oídos sordos a las señales que indican que estamos equivocados. Dado que las personas prejuiciosas sólo se fijan en una característica, suelen perder de vista el cuadro global, dejando pasar buenas oportunidades, aislándose socialmente. Por lo tanto, conviene no desgastarse mucho dando explicaciones a quien no atiende y sólo cree lo que desea creer. www.carloshidalgo.es

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