El último indeseable
Todos sabemos que hay personas groseras, maleducadas y despreciables. Pero existen también los cretinos certificados con un patrón pertinaz de malas actitudes y peores conductas. Y nos referimos a Darío Pareja Gallego, el joven barcelonés que publicó en Twitter comentarios como “Quiero un selfie con la nuca de Miguel Ángel Blanco” o “me hundo… como la nuca de Miguel Ángel Blanco”. ¿Se puede ser mas abyecto? Difícil. El tal Darío debe ser de esas personas que son incapaces de razonar, que están convencidas de que siempre tienen la razón y de que siempre existe un culpable responsable de sus faltas o errores, de las que nos rodean con su sarcasmo e insolencia, o nos dejan atónitos con sus groserías. De los que actúan con malicia y mezquindad, de los amargados que sólo tienen hostilidad en sus vidas, para confirmar su visión negativa y pesimista del mundo. Pese a estar siendo juzgado, por la Audiencia Nacional, acusado de enaltecimiento y difusión pública de terrorismo, el acusado no ha cesado en su actividad en dicha red social. De hecho, ironizó hace unos días sobre la posible condena que podrían imponerle: “Ojalá me caiga la pena de muerte”, destacó. Sin embargo, la polémica está servida por otros mensajes cargados de odio. Hace poco más de un mes publicó un mensaje contra la salida de la cárcel del opositor venezolano Leopoldo López que decía lo siguiente: “Increíble que liberen al fascista de Leopoldo López y no sea para fusilarlo. Maduro, así no…”. El fiscal pide dos años de cárcel y ocho de inhabilitación por los delitos antes mencionados, ante lo que el personaje tan sólo declaró que no se arrepentía de la publicación de los mensajes, que el tribunal no es nadie para juzgarle y que se mea en la Asociación de las Víctimas del Terrorismo (AVT). Muy edificante. www.carloshidalgo.es