CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

El pesimismo

EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 12/3/2023

EL PESIMISMO

El actor y director Eduardo Casanova está de plena actualidad, no solo por el estreno de su película La Piedad, vista solo por 1.057 personas, sino también por sus polémicas declaraciones sobre la concepción de un hijo, tema sobre el que se mostró cinéreo con respecto al mundo y la humanidad. El cineasta pronunció lo siguiente: “Para mí, la maternidad, es un acto completamente egoísta pues tu hijo, hije o hija, va a vivir en un mundo horrible, y tú lo traes a él sin preguntarle si quiere venir. Estaría muy bien acabar con la humanidad, pero como somos un puto virus, no va a pasar”. Cuando uno mira el mundo teñido de negro, cuando presta atención solo a lo negativo o cuando ve dificultades en todo, es porque el pesimismo se ha instalado en su cabeza. Algunos piensan que se es pesimista por naturaleza, pero, aunque no se puede negar la influencia genética, es la vida la que nos hace cenicientos conforme se acumulan frustraciones y experiencias negativas. Lo peor de esta actitud agorera es que, con frecuencia, el pesimista suele refugiarse en la pasividad y la desesperanza, como Eduardo Casanova, quien cree que no merece la pena luchar, porque haga lo que haga nada va a cambiar. ¿De verdad es el mundo tan espantoso y aterrador? Pienso que no. Ser optimista es una cualidad que identifica a quienes ven las situaciones desde un punto de vista más favorable y positivo. Tampoco conviene llevar al extremo esta visión, pues el optimismo aplicado de manera inadecuada, puede incurrir en el silenciamiento de las emociones negativas. Y lo que importa es entender que todas las emociones (positivas y negativas) forman parte de la condición humana, por lo que se recomienda mirar cada situación desde un punto de vista realista. A pesar de todo, vale la pena recordar que el optimista siempre tiene un proyecto, mientras el pesimista siempre tiene una excusa. www.carloshidalgo.es

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