CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

A veces, los sueños se cumplen

A veces, los sueños se cumplen Hace una semana que finalizaron los Juegos Olímpicos de Río. Si a nivel mundial Usain Bolt y Michael Phelps han sido las grandes estrellas, a nivel doméstico sin duda Ruth Beitia ha sido la gran triunfadora. Se ha consagrado como la mejor atleta española de la historia, debido a las irregularidades del pasaporte biológico de Marta Domínguez, y la primera con un oro olímpico. Su medalla es el triunfo de la disciplina, la constancia, y la voluntad. A sus 37 años, lleva mas de 25 años persiguiendo la gloria en una Olimpíada. Y el pasado 20 de agosto, después de una dilatada carrera donde ha subido al podio en 13 ocasiones entre Mundiales y Europeos, llegó su ansiada medalla. Hace 4 años, en Londres 2012 consiguió la “medalla de chocolate” (metáfora que los deportistas utilizan para los que quedan cuartos), anunciando a su vez su retirada de la alta competición, porque a los 33 años que tenía entonces, entraba en una fase de su vida donde no podía compaginar trabajo y el ritmo de un entrenamiento de élite. Durante meses se dedicó a patinar, pero debido a las sempiternas lluvias de su Cantabria natal tuvo que dejar los patines y volver a entrenarse bajo techo. Después de unos suaves entrenamientos observó que no había perdido ni fuerza, ni velocidad: todo seguía igual. Vuelve a competir obteniendo excelentes resultados en diferentes Mundiales y Europeos. Y es que Ruth disfruta de la combinación perfecta para triunfar en cualquier deporte: calidad y tesón. Y este es el claro ejemplo de que la fuerza de voluntad es ilimitada, en contra de lo que siempre se ha creído. Durante décadas, la ciencia sostenía que la voluntad se desgasta con el uso, pero no es así. Cuando consiguió el oro, con su salto de 1,97, puso el siguiente tuit y se fue a dormir: “A veces, los sueños se cumplen”. www.carloshidalgo.es  

la sonrisa interior

LA SONRISA INTERIOR Existe una herramienta en el coaching moderno llamada actuar como sí, en el caso del que vamos a hablar, actuar como si se fuera feliz. Numerosos estudios demuestran que la gente feliz sonríe con mas frecuencia que la que no lo es, sin que necesariamente haya motivos para hacerlo. Y es que la mayoría de las veces esperamos estar felices para sonreír, cuando en realidad se deberían invertir los términos, pues reír genera bienestar. Así, el cerebro sólo distingue que estamos sonriendo, sin saber si la sonrisa es falsa o no, por lo tanto asume que estamos bien y para ser congruente con ese estado emocional empieza a cambiar hacia el optimismo y la positividad. Se ha comprobado que cuando sonreímos liberamos dopamina y serotonina, neurotransmisores que ayudan a relajar el cuerpo y equilibran la tensión arterial, actuando también como un antidepresivo natural. En este sentido, un estudio realizado por una Universidad americana despeja cualquier tipo de duda. Se reclutaron 170 personas, que fueron divididas en tres grupos. En un grupo, los participantes debían imitar a un asistente que sonreía, para movilizar los mismos grupos musculares que se activan durante una sonrisa genuina. En otro grupo las personas debían fingir una sonrisa y en el tercer grupo, simplemente debían mantener su expresión normal. Mientras hacían esto, debían resolver unas pruebas diseñadas para aumentar el nivel de estrés. Se comprobó que el ritmo cardiaco aumentaba durante la tarea porque los participantes se estresaban, pero en las personas que sonreían, éste volvía a disminuir rápidamente. Es mas, quienes imitaron una sonrisa genuina tuvieron un ritmo cardiaco más bajo y reportaron sentirse menos estresados y más felices. Es decir, que reír con motivo o sin él, reduce nuestro nivel de estrés y nos ayuda a ser mas felices. Además, es contagioso porque cuando alguien ríe, las personas a su alrededor tienen un 25% más de probabilidades de estar contentos también. www.carloshidalgo.es

sindrome proscuto

Síndrome de Procusto En la mitología griega, Procusto era un posadero que tenía su negocio en las colinas de Ática. Cuando un viajero solitario se alojaba allí, Procusto entraba por la noche en su habitación y le ataba las extremidades a las esquinas de la cama. Entonces, había dos posibilidades: Si el viajero era más grande que la cama, le cortaba las extremidades que sobresalían (pies, brazos, cabeza…) para que encajase exactamente en el lecho; si por el contrario era más pequeño, le estiraba hasta descoyuntarlo para que se adaptase a la medida. Lo cierto es que nadie se adaptaba inicialmente a la medida ya que, al parecer, Procusto tenía dos camas para esta tarea, una grande y otra pequeña; y asignaba una u otra habitación en función de la altura del huésped. Teseo fue quien acabó con Procusto engañándole para que se tumbase en la cama, momento que aprovechó para atarle y aplicarle su propio método. Básicamente Procusto se ha convertido en sinónimo de uniformidad y su síndrome define la intolerancia a la diferencia. Y esto puede aplicarse a todas las áreas del ser humano. Por ejemplo, en el entorno laboral, el miedo a ser superado profesionalmente por un subordinado puede llevar a algunos directivos a eludir su responsabilidad de tomar las decisiones más adecuadas para su empresa, dedicándose a cercenar las iniciativas, aportaciones e ideas de aquellos que pueden dejarles en evidencia. Con frecuencia hablan de tolerancia, de multidiversidad y de intercambio de ideas, pero llegado el momento no soportan que se den opiniones diferentes a la suya, centrándose en criticar y deslegitimar a esa persona. Limitan las capacidades, creatividad e iniciativas de sus subordinados, intentando cortar la cabeza al que sobresalga, para que no se evidencien sus propias carencias, su mediocridad. Como consecuencia de esto, generan un clima de estrés laboral, no optimizando sus equipos, pues prima su visión personal, frente a la maximización de la eficacia. www.carloshidalgo.es

listo o inteligente

Ser listo o inteligente Con frecuencia nos preguntamos si es lo mismo ser listo o inteligente. Resumiendo, podríamos decir que el listo es aquel que suele evitar meterse en líos y el inteligente sería aquel que si se ha metido, sabe salir. El listo suele ser una persona rápida, intuitiva y sagaz. Debida a esa perspicacia suele estar atento a lo que sucede, canalizando bien la información. Es el triunfo de la inmediatez, la visión más corta de la jugada. Tiene más información que cultura. El inteligente suele llamar la atención por su capacidad mental siendo el que tiene más conocimientos acerca de un área concreta. Es más teórico, analista y estratégico, lo que acompañado de una visión más amplía, es un gran generador de ideas. Al ser más reflexivo, es la visión larga de la jugada. Es resolutivo porque sabe que hacer en cada momento … y lo hace. Tiene mas cultura que información. A pesar de que de manera universal, se asume que un sujeto es muy inteligente cuando se muestra más ágil de lo normal al momento de dar resolución a un problema, la Psicología presenta a la inteligencia como un fenómeno mucho más amplio por lo que, en lugar de hablar de inteligencia, sería más exacto hablar de inteligencias. La Teoría de las Inteligencias de Gardner describe ocho tipos de inteligencias separadas entre sí: lógica, lingüística, espacial, musical, corporal, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Gardner advirtió que la inteligencia académica (obtención de un meritorio expediente) no es decisivo para conocer la inteligencia de una persona. Un buen ejemplo de esta idea se observa en personas que, a pesar de obtener excelentes calificaciones académicas, presentan problemas para relacionarse con los demás. Por último, no podemos olvidar la Teoría de la inteligencia emocional de Daniel Goleman, en la cual se habla de los atributos que comprenden el reconocimiento y externalización de las emociones, con el fin de saberlas manejar. www.carloshidalgo.es

Mejor solo que mal acompañado

Mejor solo que mal acompañado Un estudio publicado por una revista científica confirma que las relaciones de pareja afectan tanto a la salud física como a la mental, por lo que es mejor estar solo que con la persona equivocada. Así, a pesar de que muchos piensan que conviene estar con alguien, aunque no se esté totalmente satisfecho, con tal de no estar solos, el estudio demuestra que este efecto puede tener un gran impacto negativo para la salud. Es evidente que si una pareja esta cómoda el uno con el otro, se entiende, no discute y se apoya, habitualmente tiene mejor salud que los contrarios, pues la falta de estabilidad en las relaciones está íntimamente ligada a la depresión, las adicciones y a los problemas de salud en general. De hecho, las parejas que discuten con frecuencia tienen un 85% mas de probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, frente a las parejas que viven de manera mas afable. No en vano, otro informe sobre la felicidad asegura que el 90% de personas son muy felices al estar con pareja (siempre que se lleven bien), y sólo el 50 % se declararon felices sin tener pareja. Por último, las personas que viven en pareja (pero con poca felicidad) son mucho menos felices que los que viven solos. Y es que estar en una mala relación de pareja hace que la infelicidad crezca a la vez que crecen los problemas y las desavenencias. Quien ha vivido una relación de pareja dichosa y una tormentosa relación de pareja, sabe que lo importante no es tener o no pareja, sino ser feliz, pues si el amor no nos hace disfrutar, no es amor. www.carloshidalgo.es

envidia vacacional

Envidia vacacional El Departamento de Neuroimagen Molecular del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón, ha dado a conocer unos resultados donde asegura que la envidia puede producir placer debido a que nuestro cerebro libera dopamina y oxitocina en el momento de enterarnos de que a una persona, a la que tenemos envidia, le va mal. Cuando alguien tiene una emoción positiva hacia el otro, la oxitocina potencia ese sentimiento y lo hace aún mayor. Pero si nos cae mal, exacerbará la emoción negativa haciendo que nos caiga incluso peor. Por lo tanto, se convierte en un potenciador de emociones tanto positivas (empatía o confianza) como negativas (celos o envidia). Y en la actualidad, en plena era selfie y con el autobombo particular que se lleva a cabo en las redes sociales, es fácil caer en la envidia vacacional, sobre todo ahora, en plena época estival. Las fotos que aparecen en Facebook corresponden todas a playas paradisíacas, con puestas de sol espectaculares y mojitos en su punto. Y es que hemos pasado de hacer fotos para recordar lo vivido, a vivir para poder sacar fotos y que otros vean lo bien que vivimos. De hecho, la primera causa de envidia entre los usuarios de Facebook son las fotos vacacionales, creyendo que todos nuestros contactos son mas felices que nosotros. En este punto, conviene recordar dos datos. Por un lado, gran parte de la gente exagera sobre sus vacaciones para hacerlas parecer más interesantes. Y, por otro, sólo se publican las mejores fotos, de tal punto que todo parece idílico. No lo crean, hay mucho postureo. Y la verdad es que los grandes momentos no se plasman en fotos, se viven. www.carloshidalgo.es

EL INEMURI

El Inemuri (居眠り) Todos conocemos los beneficios de la siesta. Durante mucho tiempo mal vista por el resto del mundo, ahora diversos estudios han comprobado que una siesta de 45 minutos mejora la productividad y el rendimiento, tanto laboral como académico, en un 35 %. Por ello, en EEUU han habilitado unos espacios llamados nap lounge donde poder echar una cabezadita en lo que ellos denominan la power nap, o sea un “palabro” para evitar ser tachados de holgazanes, pero que no es otro cosa que la siesta de toda la vida. Por otro lado, tenemos el término Inemuri  (居眠り) que proviene de “I” estar presente y “nemuri”, dormir en el lenguaje nipón. Los japoneses en general viven una vida tan activa en términos laborales que no tienen tiempo para dormir, estando siempre dispuestos a trabajar. Es por ello que adoptan la práctica de dormir durante el día en el trabajo o en el transporte, pero de tal forma que esto no está considerado una siesta, ni es visto como un signo de pereza, sino todo lo contrario, siempre y cuando cumpla con ciertas normas sociales. La idea es que al dormir la persona no desentone y parezca estar presente y disponible, como si fuera capaz de participar de manera pasiva y a la vez descansar. Muchos japoneses dicen que duermen mejor en compañía que solos, y por eso parecen tan desinhibidos al hacerlo en una oficina, restaurante o vagón de metro. Por lo tanto, el Inemuri no revela una tendencia a la pereza, mas bien se ve como una señal de que la persona ha estado trabajando duro. www.carloshidalgo.es

LA ONIOMANIA

LA ONIOMANÍA Hace un tiempo se descubrió que un trabajador del pueblo sevillano de Lora del Río, responsable del pago de las nóminas de los trabajadores municipales, obtuvo un sobresueldo de un millón de euros cuando su nómina era de 1.500 euros brutos al mes. Valiéndose del cargo, además de su nómina real, se ingresaba a sí mismo, durante al menos 15 años, otras nóminas falsas, a nombre de trabajadores inexistentes, hasta sumar un millón de euros. Cuando en marzo de 2011 la Guardia Civil detuvo a Antonio L.G., se comprobó que en vez de disfrutar de una situación desahogada, éste tenía 40 préstamos y 18 tarjetas de crédito. En una parcela que tenía guardaba decenas de relojes, cámaras de fotos y vídeo, televisores, ordenadores, bicicletas, cortacéspedes, casi todo aún embalado. Su abogado dice que tiene un trastorno y pide eludir la cárcel. El propio Antonio ha esgrimido en su defensa que no estafó a sus vecinos por codicia, sino por la oniomanía que padece, esto es, el ansia compulsiva y patológica que impulsa a comprar costosos productos a los que no se les hace servir. Uno de cada 150 españoles sufre oniomanía. Puede ocurrir que, por vergüenza, los objetos comprados sean escondidos. La compra conlleva una sensación de angustia que sólo se supera a través de una nueva compra, por lo que el comprador compulsivo se ve atrapado en un círculo vicioso. El alcalde no se cree el diagnóstico y dice que Antonio es “un caradura” al recordar que al padre de Antonio ya lo cazaron años atrás por llevarse una cantidad millonaria del Ayuntamiento donde trabajaba. De raza le viene al galgo. www.carloshidalgo.es

turismo negro

EL TURISMO NEGRO Nos encontramos en la época del año donde mas turismo se hace. Para conocer el origen de la palabra turismo hemos de remontarnos al siglo XVI cuando jóvenes aristócratas (fundamentalmente británicos) realizaban lo que se conocía como el Grand Tour. Era de obligado cumplimiento, antes de dedicarse a sus quehaceres, conocer de primera mano las joyas europeas. Así, comenzaban un periplo donde visitaban Francia, Italia, Austria, Grecia y España. No vayan a pensar que recorrían la vieja Europa a “pinrel febril”, visitando cada día una ciudad. No. Con frecuencia el Grand Tour duraba entre 6 meses y un año. Además, como souvenir, no se volvía a casa con una lámina de Caravaggio; se venía con el cuadro original. Decididamente era otro nivel. Ahora, se ha vuelto a degradar el término, al ponerse de moda el turismo negro consistente en recorrer lugares que se han hecho famosos por alguna tragedia, bien sea una guerra, un fenómeno natural o una atrocidad humana. Así, si uno quiere sentir lo que fue el genocidio ruandés, en Ruanda se han dispuesto lugares con restos humanos y ropas ensangrentadas. Todo original. Si se desea, también hay un tour que nos lleva por las calles donde realizó sus asesinatos Jack el Destripador. Pero sin duda, uno de los destinos estrella del turismo oscuro es alojarse el Hotel Pripyat. Éste goza de una tranquilidad garantizada: es el único hotel de Chernobyl. Entre sus diferentes atractivos (barracón prefabricado con olor a orina) destaca la prohibición de abrir las ventanas, por el tema de la radiactividad, si no quiere uno volver con un tono verde fosforito ¿se le ocurre un sitio mejor para hacer una escapadita? www.carloshidalgo.es

efecto espectador

El efecto espectador Hace unas semanas, una familia británica compuesta por los padres y dos hijos, el menor de tan solo 7 años de edad, se disponía a embarcar hacía Tenerife con el fin de pasar una semana de vacaciones. Según las normas de aviación internacional, el menor de los hijos debía sentarse obligatoriamente al lado de uno de sus progenitores. Pero el vuelo iba lleno y cuando subieron al avión ya no quedaban dos asientos contiguos libres. A pesar de pedirlo, nadie se ofreció a cambiarse de asiento, por lo que tuvieron que bajarse del avión y terminaron pasando sus vacaciones en una caravana en Exmouth. Increíble, pero cierto. Lo curioso del caso es que se han cargado las tintas contra la compañía Easyjet, cuando tan solo ha seguido la reglamentación vigente, pues al ser una compañía de bajo coste, no tiene obligación de reservar asientos. Pero lo cierto es que no es justo descargar la ira contra la compañía. Aquí ha tenido lugar lo que en psicología se llama el efecto espectador. Lo que asegura esta teoría es que cuanta más gente hay, mas se diluye la responsabilidad y más cuesta dar el paso de ayudar. Así, se sostiene que a mayor número de espectadores observando a alguien en situación de peligro o necesitando ayuda, menor es la probabilidad responsabilizarse y ayudar a la víctima. La mayoría de personas piensan que si los demás no hacen nada por qué van a hacerlo ellos. Resumiendo, unos por otros nadie hace nada. Y es que, como decía Einstein, el mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad. www.carloshidalgo.es