CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

psicología del corrupto

PSICOLOGÍA DEL CORRUPTO

Agentes de la Guardia Civil han detenido a 32 personas en diferentes localidades de Andalucía, Extremadura, Canarias, Barcelona y Madrid, presuntamente relacionadas con una trama corrupta, integrada en su mayoría por funcionarios, e infiltrada en administraciones, que facilitaban contratos irregulares a cambio de concesiones públicas a empresas privadas. En la actualidad en España hay 1.900 personas imputadas, unos 170 condenados y más de 130 causas abiertas en tema de corrupción. Y es que los casos de corrupción están copando un día sí y otro también las portadas de los periódicos. En un experimento llevado a cabo para medir la honestidad de las personas, se concluyó que sólo el 12% de los sujetos se comportaron de manera perfectamente honesta; el otro 88% tomó el soborno máximo que pudo. Lamentable y demoledor. El camino que lleva a la corrupción es una combinación de un entorno propicio, una oportunidad y un tipo de personalidad que antepone el beneficio individual al interés de los demás y al cumplimiento de la ley. Al parecer, el rasgo predominante de un corrupto es una personalidad narcisista y egocéntrica, que utiliza a otros para satisfacer sus deseos. Sobrevaloran su valía personal y esperan que las otras personas atiendan a la alta estima en la que se tienen. Son personas que necesitan sentirse admiradas, carecen de empatía y sobrevaloran sus capacidades, creen que son especiales y tienen muchas fantasías de éxito. Por otro lado, también comparten cierta conducta antisocial que conlleva que tengan una frialdad emocional, una carencia de ética y un comportamiento basado en el engaño y la manipulación, sin remordimientos por las consecuencias de sus actos. www.carloshidalgo.es

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