CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

PADRES HELICOPTERO

PADRES HELICÓPTERO No hace demasiado tiempo se optó por no hacer demasiado caso a los niños, como si lo mejor para el bienestar de ellos fuera no prestarles atención. No obstante, hoy en día prima el estilo de crianza opuesto: los niños se convierten en el único objetivo. Así, se les da todo lo que quieren cuando lo desean y sin demasiadas demoras. Parece que no se ha podido encontrar el consabido punto medio, donde suele encontrarse la virtud. El sobrenombre de helicóptero comenzó a utilizarse para referirse a los padres sobreprotectores, que tienen como característica principal la creencia de que la infancia de sus retoños debe ser lo más placentera posible, sin ninguna emoción negativa que les pueda dañar, con lo perjudicial que esto es pues no se puede experimentar con normalidad la frustración, ni tampoco deja que se adquieran habilidades para resolver los conflictos. Este tipo de padres tienen por norma una serie de características en común. Por un lado, padecen un miedo angustiante e irracional cuando se trata de sus hijos sobre los “peligros” que les acechan. Esta limitación suele dar como resultar una pérdida de oportunidades de aprendizaje para el niño. Además, los hijos se contagian de ese miedo y se hacen timoratos. Otra característica en común es la gratificación instantánea. No suelen retrasarse las recompensas, colmando sus necesidades de manera casi inmediata sin importar la edad que se tenga, porque para un padre helicóptero su hijo siempre será un niño. En contraposición, un padre inteligente orienta y fomenta en su hijo la toma de sus decisiones, para que el día de mañana sea un adulto seguro de sí mismos y con capacidad de decisión. www.carloshidalgo.es

SUEÑO Y DEPRESION

SUEÑO Y DEPRESIÓN Hace unos días se publicó un estudio dirigido por investigadores del Instituto Médico Howard Hughes de Maryland (EE.UU), donde se concluía que las alteraciones del ritmo circadiano conllevan modificaciones en un gen que está implicado en el desarrollo de la depresión. Era conocido por todos que existía una conexión entre el sueño y la depresión, pero hasta ahora nadie había sido capaz de encontrar ese nexo biológico. Al parecer es el gen “PER3” quien conecta estos mecanismos. Siempre se ha sabido que la alteración del reloj biológico interno, también llamado ritmo circadiano, que es quien marca cuando se debe parar a comer o a descansar por ejemplo, exacerba el riesgo de padecer diferentes enfermedades, entre las que se encuentra el trastorno del estado de ánimo por antonomasia, la depresión. La realidad es que todos hemos experimentado mas de una vez que los días que hemos dormido poco o mal, nos pasamos la jornada con cierto malhumor y desgana. Evidentemente, esto es como todo en la vida, depende de la frecuencia. Algún día suelto apenas va a afectar a nuestra vida; el problema estriba cuando la situación se mantiene a lo largo de semanas o meses. Parece ser que, dentro del problema de la alteración del sueño, la interrupción es más perjudicial para el estado de ánimo que la propia falta de sueño. Es decir, que es mejor dormir poco pero del tirón, que dormir mas cantidad de horas pero con interrupciones. Así que, a pesar de encontrarnos en plenas fiestas de la Magdalena, es necesario para ayudar a mejorar nuestro sistema inmunológico, nuestra productividad y nuestro estado de ánimo dormir un mínimo de 7 horas y sin interrupciones. www.carloshidalgo.es

LA EDAD DE LA IGNORANCIA

La Era de la Ignorancia Cuando hace unos años Internet invadió nuestras vidas, se acuñó el término de que vivíamos en la Era de la Información ya que, en esa época, cada 5 años se duplicaba la información que se generaba. Pero lo verdaderamente cierto es que mas acceso a información no nos ha hecho mas sabios, ni individual, ni socialmente. Taro Greenfeld, experto y autor de conocidos artículos sobre la vida moderna, afirma que quizás nos estamos “apantallando” debido a la cantidad de información que manejamos y que, frecuentemente lo confundimos con conocimiento cualitativo. Y en verdad, jamás ha sido tan fácil fingir que sabemos, sin realmente saber nada. Elegimos encabezamientos de temas, mas o menos relevantes, que aparecen en Facebook o Twitter, y lo usamos como si fuera un conocimiento profundo y consensuado, cuando sólo se trata de cultura superficial. Recientes estudios afirman que cada vez mas la gente cree que es experta en algo, cuando la realidad es que hay una tendencia a exagerar lo que se sabe, alardeando de sapiencia, pero que no es otra cosa que un nuevo modelo de ignorancia. Sería algo así como que sabemos más datos sobre muchas cosas, pero conocemos pocas a fondo, por lo que somos cada vez más insustanciales y tenemos menos capacidad para profundizar. De ahí que cada vez se hable mas de que estamos viviendo en la Era de la Ignorancia, pues saber un poco de todo es lo mismo que no saber mucho de nada. De hecho, ya no nos llama la atención oír a los profesores decir que los estudiantes que van pasando por sus aulas, cada vez saben menos. www.carloshidalgo.es

EL ARTE CURA

El arte cura Acaba de publicarse un estudio que confirma que el arte contribuye a disminuir la ansiedad y la depresión. La investigación revela que aquellas personas que frecuentan con mayor regularidad galerías y museos, o asisten con frecuencia al teatro, cine o conciertos, son más propensos a llevar una vida más sana y equilibrada que los que no. Así, los aspectos principales que arroja el estudio muestran que hay una vinculación entre el índice de satisfacción con la vida y la frecuencia y gusto, por las actividades artísticas y culturales. Además, estas personas con inquietudes artísticas, exhiben conductas más alegres, tienen iniciativas mas entusiastas y son mas creativos, ya que participar en actividades culturales repercute positivamente en la salud mental. Ya hace 30 años, se demostró que los pacientes hospitalizados que tenían una habitación con ventana necesitaban menos medicación para el dolor, y se recuperaban antes, que los que carecían de ella. Y hablamos sólo de una ventana. ¡Qué no hará el arte! Desde la época griega, se han considerado bellas artes a la arquitectura (debido al ingenio y uso de la estética para crear edificaciones armónicas), la escultura (por la habilidad para crear figuras), la pintura (como forma de expresión para capturar la realidad), la música (por la capacidad para generar sonidos hermosos),  la literatura (arte que se vale de la palabra para crear) y danza (como medio de expresión estética). A estas 6 artes se les unió, ya en la edad moderna, el cine (7º arte) debido a su capacidad para aglutinar todas las artes clásicas juntas, por su gran valor audiovisual. En conclusión, consumir cultura contribuye a reducir el consumo de fármacos y a hacernos mas felices. www.carloshidalgo.es

ANSIEDAD OLÍMPICA

ANSIEDAD OLÍMPICA Ya es un hecho: la Selección Española de Natación Sincronizada se ha quedado sin plaza para los JJOO de Río, después de ser medalla en las dos últimas citas de Pekín y Londres. Muchos son los motivos que se barajan, desde la destitución de Anna Tarrés, como la nefasta gestión de la transición generacional, pues el tiempo pasa para todos y quizá otras selecciones han realizado los cambios con más acierto. Aún con todo, seguro que la ansiedad de la alta competición ha tenido mucho que ver. En 150 días comenzaran los Juegos y 200 deportistas necesitan conseguir la clasificación. En muchos casos, su presencia en los Juegos va a depender de una única carrera, salto o lanzamiento, por lo que la ansiedad está por las nubes. El psicólogo del Centro de Alto Rendimiento, Pablo del Río, reconoce estar desbordado. Su objetivo es intentar que todos compitan al máximo de sus posibilidades. Cada deportista debe tener su plan de afrontamiento con el que optimizar sus recursos y minimizar su respuesta a la ansiedad. Por ello, a la hora de elaborar un plan, se ha de tener en cuenta las cualidades individuales, sabiendo qué estímulo estresor es el que más le afecta. No todos tienen la suerte de Fermín Cacho, quizá el deportista español que mejor ha sabido controlar la tensión en los grandes retos deportivos. El mismo día de la final de los 1.500 metros, donde se proclamó campeón olímpico, en Barcelona 92, el atleta soriano decidió tumbarse después de comer. Un par de horas más tarde, alarmados por el retraso, los técnicos de la selección española subieron a avisarle. Cacho estaba como un tronco. www.carloshidalgo.es

Síndromes literarios

Síndromes literarios A lo largo de la historia de la literatura, muchos han sido los personajes que por su peculiaridad han llegado a dar nombre a diferentes síndromes. Quizá el mas famoso sea el Síndrome de Peter Pan, niño que vivía en el País de Nunca Jamás y que no quería crecer. Se podría decir que es el conjunto de rasgos de quien no renuncia a ser hijo para ser padre, existiendo un desfase entre su edad cronológica y su madurez afectiva. En una palabra, un inmaduro incapaz de cuidar y proteger a nadie. El Síndrome de Pollyanna hace referencia a un personaje de la escritora Eleanor Porter que habla sobre una niña huérfana, pero educada en el optimismo, a quien le gustaba jugar a encontrar el lado bueno de cualquier situación, por catastrófica que esta sea. Así, ese optimismo enfermizo le lleva a poner en riesgo su propia vida, ante la creencia absoluta de que nada puede salir mal. En clara alusión a este Síndrome se habla de El principio de Pollyanna para definir al hecho de que recordemos mejor los acontecimientos positivos que los negativos. El Síndrome de Otelo, el protagonista de Shakespeare que mata a su mujer porque piensa (erróneamente) que le está siendo desleal, lo sufren los que se obsesionan con que su pareja les es infiel, a pesar de que todas las evidencias demuestren lo contrario. Por último, hablaremos del Síndrome de Rapunzel, protagonista de un cuento de los hermanos Grimm, famosa por sus largas trenzas, y que define al que padece de tricofagia (comer pelo), formando el pelo ingerido una bola en el intestino que puede llevar a la muerte si no hay cirugía. www.carloshidalgo.es

Luz de gas

LUZ DE GAS Existe una obra de teatro titulada “GasLight”, que fue llevada al cine con tremendo éxito por Ingrid Bergman (obtuvo un Oscar por su actuación), quien sufría el acoso de su esposo Charles Boyer. Éste, intentaba convencerla de que estaba loca manipulando diferentes objetos de su entorno, y cuando la buena de Ingrid le hacía notar esas variaciones, afirmaba que estaba equivocada y que estaba perdiendo la cabeza. Ahora, se ha bautizado el término Gaslighting (luz de gas) para definir a las personas que controlan la vida del otro sembrando dudas. Y es que hay gente que poniendo en entredicho lo que sentimos y lo que pensamos pueden provocar tantas dudas en nosotros que llegan a minar nuestra seguridad y autoestima. En verdad, es una manera de manipular manejando información de manera selectiva, para confundir a la víctima, haciendo que dude de su memoria, percepción o incluso de su cordura, con el principal objetivo de desorientarla hasta el punto de que se desmorone y quede a su merced. Generalmente, la víctima es insegura, con necesidad de aprobación externa, y suele idealizar al manipulador, quien se proclama adalid de la víctima, cuando en verdad su intención es crearle dependencia. Existen dos características que hacen que se sea proclive al trastorno: necesidad de afecto y de aprobación. Por un lado, ocurre entre personas que mantienen una estrecha relación afectiva con el manipulador, viviendo con terror un posible abandono. Y por otro, la necesidad de aprobación hace que sucumba con facilidad a los deseos del otro sólo para obtener su beneplácito. La mejor solución para no caer en este tipo de manipulación es aprender a detectarla a tiempo y alejarse lo mas posible de la persona tóxica. www.carloshidalgo.es

Lo negativo de lo positivo

Lo negativo de la psicología positiva El concepto de felicidad ya no viene referido sólo al ámbito de la salud, sino que ha inundado por completo todas las esferas. Las campañas publicitarias por ejemplo no sólo se enfocan a la demanda del consumidor, sino que intenta asociar el producto que se ofrece a la sensación de ser feliz. Tanto es así, que en 2012 la ONU instauró el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad, publicando con regularidad un informe con el ranking de felicidad por países, donde Suiza ocupa el primer lugar y España el 36. Los gurús del movimiento positivo tienden a construir el mundo emocional magnificando el poder de la emoción positiva, otorgándole una desmesurada capacidad para el cambio, para la curación de enfermedades o incluso para modificar el genoma humano. Ahí es nada. Y se adelantan a decir que si no lo consigues, probablemente es que no lo deseas lo suficiente. El colmo. Se da la paradoja de que pretender ser feliz a toda costa puede provocar infelicidad, ya que esa necesidad de una actitud positiva en cualquier circunstancia vital puede provocar culpabilidad ante un estado anímico decaído. Si una persona está deprimida y le forzamos a que piense en positivo lo único que obtendremos es que se deprima aún más, pues se sentirá culpable por no conseguirlo. Y es que un problema no es siempre una oportunidad, a veces, es sólo eso, un problema. La felicidad no debe pasar por la negación de las emociones dolorosas. Tan nefasto es ver el vaso medio vacío como medio lleno. Es mejor ver medio vaso de agua para no pecar de ser demasiado pesimista u optimista. www.carloshidalgo.es

5 cumplidos por insulto

5 CUMPLIDOS POR INSULTO Esta semana se ha celebrado en Bélgica el Campeonato del Mundo de Ciclocross sub-23, que ha quedado marcado por el dramático error de un joven ciclista checo de 19 años, Adama Toupalik, quien en la línea de meta celebró la victoria golpeándose el pecho y señalando a los rivales que venían unos cuantos metros por detrás de él, sin percatarse de que le quedaba una vuelta mas. Ni siquiera la campana que anunciaba el último giro le sacó de su error. Su despiste le acabó costando la victoria real, que fue para el belga Eli Iserbyt, y sólo pudo ser segundo. Tras la carrera Toupalik confesó ante la prensa que había perdido la cuenta de las vueltas. Así, afirmó: “Fue un error mío. Nunca pensé que me pudiera pasar algo así, soy un idiota, ni mas ni menos, un imbécil”, concluyó visiblemente afectado. Pero el bueno de Adama no sólo ha perdido la medalla de oro con la que soñó desde que era Junior, también su autoestima se ha visto afectada, pues es un hecho constatado que un insulto, o el abuso verbal, deja una herida psicológica muy profunda en el individuo, minando su autoestima. Científicamente se ha demostrado que son necesarios cinco cumplidos mas o menos consecutivos para poder borrar las huellas perversas de un insulto, máximo si es un autoinsulto, como es el caso. El impacto del lenguaje es sorprendentemente duradero ya que el efecto de una palabra displicente es más perversa que los propios hechos e incluso, en ocasiones, que el daño físico. Con afirmaciones positivas (sobre uno mismo) podemos reemplazar conceptos negativos mejorando de esa forma la autoestima. www.carloshidalgo.es

CONTROL IMPULSOS

CONTROL IMPULSOS La semana pasada, la Policía Nacional detuvo a un hombre de 38 años, como presunto autor de un delito de lesiones después de que golpeara a otro hombre en un bingo de Castellón, acusándole de sus pérdidas por ser “gafe”. El detenido ocasionó a la víctima numerosas lesiones a causa de los golpes, agravadas por la posterior caída contra la puerta de cristal del local, que se rompió del impacto. Al parecer, la víctima estaba tomando algo en compañía de un amigo, y junto a ellos, otra persona estaba jugando, y perdiendo, una grande cantidad de dinero en una de las máquinas, hasta que, muy alterado, se acercó diciéndole “por tu culpa perdí todo el dinero, te lo voy a meter por la boca”, asestándole dos puñetazos. La verdad es que el juego de azar es considerado una diversión cuando hay un control y un gozo en sí, mientras que deja de serlo cuando implica sufrimiento y descontrol. La ludopatía es un trastorno de control impulsos pues la persona es incapaz de resistir la tentación de llevar a cabo un acto perjudicial para el propio individuo. Antes de cometer el acto, suelen sentir una progresiva sensación de malestar emocional, durante el acto se experimenta gratificación y, por último, aparecer sentimientos negativos como arrepentimiento, culpa y vergüenza. En general, el individuo cree que es su destreza quien le hace obtener ganancias, sobrevalorando sus posibilidades subjetivas de ganar e incrementando la creencia en que son sus habilidades los que le dan suerte. Por el contrario, atribuye las pérdidas a factores externos como la mala suerte o el mal fario provocado por otros, como ha ocurrido en este caso. www.carloshidalgo.es