CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

La infidelidad mas dolorosa

La infidelidad más dolorosa Una de las principales causas de los divorcios es la infidelidad, por motivos obvios. Este acto genera un gran daño psicológico que perdura mucho tiempo provocando ansiedad y depresión. Además, conlleva la pérdida de confianza, un proceso de duelo y una perturbación significativa en el apego, deteriorando la relación. Recientemente, se han realizado estudios con el fin de evaluar la diferencia que hay entre una infidelidad con relación íntima (sexual), o bien una infidelidad emocional, intentando descifrar cual de ellas es más dolorosa. La infidelidad basada sólo en el acceso carnal suele excusarse como un hecho puntual, un desliz, que se genera a partir de la necesidad del infiel de sentirse deseado o por la mera búsqueda del placer. Con frecuencia esta infidelidad es esporádica, se perdona mas y se supera antes. Sin embargo, en la infidelidad emocional se crea un lazo afectivo produciéndose una especie de enamoramiento o de amor platónico. Platón creía que el amor es la motivación que nos lleva a intentar contemplar la belleza en sí, bien sea belleza física o espiritual. Por lo tanto, se entiende por amor platónico a aquel que se idealiza sin haber contacto sexual. Coloquialmente, se dice que el amor platónico es el sentimiento romántico que se tiene por una persona y que resulta inalcanzable. Curiosamente, los resultados de los estudios aseguran que la infidelidad emocional es la más dolorosa de las infidelidades, ya que al percatarnos de que la persona con la que había un lazo afectivo se ha vinculado con otra persona suele afectar mas a la pareja. Y esto es así con mas frecuencia en las mujeres pues priorizan el valor de las emociones sobre el del deseo, mientras que, para los hombres, la infidelidad carnal es la más dolorosa ya que afecta al orgullo y al sentido de pertenencia de la pareja. www.carloshidalgo.es    

YIP Y CONTUMACIA

YIP  Y  CONTUMACIA Se podría definir literalmente el término Yip como espasmo involuntario que interfiere en la ejecución de un movimiento que requiere una gran coordinación motora. Normalmente, cuanto más tiempo se dedica a pensar sobre cómo se va a ejecutar una acción, más probable es que se produzca un Yip. Esto es así porque se pone una especial atención a si se está realizando de forma correcta el movimiento, con lo que deja de ser una respuesta automática por parte del cerebelo pasando a ser una respuesta consciente difícil de controlar por el cerebro. El Yip suele aparecer en deportes que requieren precisión antes de su ejecución, como en el caso de los dardos, el tiro con arco o el golf. Esta podría ser una de las causas de lo que le ocurrió a Sergio García hace unos días en el Master de Augusta, cuando firmó el peor hoyo (el 15) en la historia del Masters,  realizando un óctuple bogey (ocho sobre par), cayendo en el agua cinco veces consecutivas. No se si el Yip tuvo la culpa,  lo que si es seguro es que el bueno de Sergio fue contumaz. El término Contumacia deriva del Latín jurídico (contumace) y literalmente significa obstinación. Es decir, la actitud que consiste en mantener una postura errónea de manera insistente. En este sentido es un vocablo que expresa empecinamiento pero de manera negativa, pues se emplea en aquellas situaciones en las que alguien no reconoce su equivocación, sino que mantiene su postura de manera vehemente. Y eso le ocurrió en el torneo pues una y otra vez el golfista repetía el golpe con el mismo funesto resultado. “Son cosas desafortunadas que ocurren”, dijo García. Como quiera que sea, no hay hombre mas sabio que aquel que pone en práctica lo que ha aprendido de sus errores; y Sergio es un tipo sapiente. www.carloshidalgo.es  

La maldición del ascenso

La maldición del ascenso En 1969, el psicólogo canadiense Laurence Peter escribió el libro El Principio de Peter, donde explicaba que una de las claves del mal funcionamiento de algunas empresas es la tendencia a recompensar a los empleados eficientes con ascensos. Dice este principio que en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia, por lo que con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones. Este hecho, con frecuencia, acarrea dos consecuencias indeseadas. Por un lado, quien había sido eficaz en su puesto anterior no funciona tan bien en su nuevo puesto. Y, por otro, el empleado sufre un descontento y una frustración tal que observa el premio mas como una maldición que como una recompensa. Esto hace que cada vez más trabajadores vean la promoción laboral como un arma de doble filo. De hecho, investigaciones recientes confirman que ni el ascenso es el premio ideal para todo el mundo, ni todo el mundo quiere ser ascendido. Así, se calcula que el 66% de los trabajadores no quiere promocionar en el trabajo. Entre los motivos que se esgrimen destaca la creencia de que ese ascenso va a suponer un incremento de trabajo y responsabilidades que no va a ser compensado económicamente. Por todo lo comentado, el efecto del Principio de Peter puede ser muy negativo para la eficiencia de cualquier empresa u organización puesto que, como consecuencia de lo que el principio manifiesta, muchos puestos directivos son ocupados por personas que no tienen la suficiente cualificación para su trabajo, lo que les conduce a graves errores en las decisiones. Tanto es así, que se ha constatado mas acierto en las elecciones cuando se ha promocionado aleatoriamente o con una moneda al aire, que cuando se ha hecho caso a un directivo. www.carloshidalgo.es  

El efecto del falso consenso

El efecto del falso consenso Todos estamos consternados por la convulsa semana que hemos pasado con el asesinato del pequeño Gabriel. Este abyecto acto protagonizado por la pareja del padre ha reabierto el debato sobre la derogación de la ley de prisión permanente revisable. Unos abogan que sería bueno mantenerla en los casos excepcionales de asesinatos graves o terrorismo, y otros en cambio argumentan que con el aumento de la pena hablamos más de venganza que de justicia. Sea como sea, tanto en este caso como en otros, con frecuencia decimos que “la mayoría de la gente piensa que…”, para luego acompañarlo de alguna idea que en realidad es nuestra opinión. A esto, que en psicología se llama el sesgo del falso consenso o instinto de la manada, hace referencia a nuestra tendencia a sobreestimar el grado de acuerdo que los demás tienen con nuestras ideas, actitudes y comportamientos. En otras palabras, tendemos a pensar que nuestros hábitos, preferencias y opiniones son compartidas por la mayoría de personas. Evidentemente, se trata de una creencia errónea que maximiza artificialmente la confianza que tenemos en nosotros. Por ejemplo, los yihadistas son conscientes de que no todo el mundo comparte su visión del mundo pero, cuando son víctimas del falso consenso, tienden a sobreestimar el número de personas que comparten realmente sus valores. Otro estudio ha demostrado que los abstemios piensan que un alto porcentaje de la población no bebe alcohol, al igual que los bebedores piensan que a todo el mundo le gusta una cervecita o un vaso de vino. Este sesgo tiene como objetivo mantener una valoración positiva de nosotros mismos. Es decir, si creemos que nuestra autoestima está siendo amenazada o si queremos reforzar alguna idea sobre la cual no nos sentimos particularmente seguros, tendemos a pensar que muchas otras personas siguen nuestros pasos. De esta forma nos damos confianza y mantenemos nuestro equilibrio psicológico. www.carloshidalgo.es

El efecto del falso consenso

El efecto del falso consenso Todos estamos consternados por la convulsa semana que hemos pasado con el asesinato del pequeño Gabriel. Este abyecto acto protagonizado por la pareja del padre ha reabierto el debato sobre la derogación de la ley de prisión permanente revisable. Unos abogan que sería bueno mantenerla en los casos excepcionales de asesinatos graves o terrorismo, y otros en cambio argumentan que con el aumento de la pena hablamos más de venganza que de justicia. Sea como sea, tanto en este caso como en otros, con frecuencia decimos que “la mayoría de la gente piensa que…”, para luego acompañarlo de alguna idea que en realidad es nuestra opinión. A esto, que en psicología se llama el sesgo del falso consenso o instinto de la manada, hace referencia a nuestra tendencia a sobreestimar el grado de acuerdo que los demás tienen con nuestras ideas, actitudes y comportamientos. En otras palabras, tendemos a pensar que nuestros hábitos, preferencias y opiniones son compartidas por la mayoría de personas. Evidentemente, se trata de una creencia errónea que maximiza artificialmente la confianza que tenemos en nosotros. Por ejemplo, los yihadistas son conscientes de que no todo el mundo comparte su visión del mundo pero, cuando son víctimas del falso consenso, tienden a sobreestimar el número de personas que comparten realmente sus valores. Otro estudio ha demostrado que los abstemios piensan que un alto porcentaje de la población no bebe alcohol, al igual que los bebedores piensan que a todo el mundo le gusta una cervecita o un vaso de vino. Este sesgo tiene como objetivo mantener una valoración positiva de nosotros mismos. Es decir, si creemos que nuestra autoestima está siendo amenazada o si queremos reforzar alguna idea sobre la cual no nos sentimos particularmente seguros, tendemos a pensar que muchas otras personas siguen nuestros pasos. De esta forma nos damos confianza y mantenemos nuestro equilibrio psicológico. www.carloshidalgo.es

Por trece razones

Por trece razones Por trece razones (13 reasons why) fue sin duda una de las series más vistas del pasado año. Ambientada en un instituto norteamericano, versa sobre los típicos problemas de los adolescentes, pero focalizando la atención en la parte amarga del acoso escolar, del bullying. En las primeras secuencias de la serie se descubre que la protagonista se suicidó, y que lo que vamos a ir viendo en los distintos capítulos son las razones que le llevaron a hacerlo. Antes de morir, grabó en varias cintas las 13 razones por las que lo hizo. Cada una de estas cintas está dedicada a una persona que hizo algo que propició su suicidio, encargándose también de que las grabaciones lleguen a los culpables. Sin duda la adolescencia es el período más difícil en la madurez del ser humano. Es un momento de cambios en todos los planos, desde las responsabilidades hasta la diversión. En esta etapa todo gira en torno a las personas con las que uno se relaciona, a la aceptación y a la búsqueda de la identidad. Al igual que Hannah, la protagonista de la serie, muchos jóvenes se van desilusionando progresivamente, apoderándose de ellos una sensación de soledad y un sentimiento de desesperación que, en ocasiones, hace que no se vea otra salida que el suicidio. Porque los jóvenes que padecen acoso escolar, tras recibir un número considerable de ataques a la autoestima y de humillaciones, tienen un daño psicológico tal que probablemente les provoque depresión y/o un trastorno de ansiedad en la adultez. Lo que nos plantea la serie no es la gravedad de cada uno de los hechos, sino las consecuencias de una serie de acciones. Y es que hemos de tener cuidado con nuestros actos pues, en verdad, nadie sabe con seguridad el impacto que tiene sobre la vida de los demás. www.carloshidalgo.es  

acromatopsia

Acromatopsia La semana pasada una amiga me habló de un conocido suyo que veía todo en blanco y negro. La acromatopsia, que es como se llama la dolencia, se caracteriza por una ausencia parcial o total de la visión del color. Así, las personas con acromatopsia completa no pueden percibir colores distintos al negro, al blanco y a las escalas de grises. Por si esto fuera poco, con frecuencia la acromatopsia acarrea también otros problemas de la visión, como por ejemplo un aumento de la sensibilidad a la luz y el deslumbramiento (fotofobia), movimientos involuntarios de los ojos (nistagmus), reducción de la agudeza visual e hipermetropía. Este problema se produce porque la región sensible al color en la corteza temporal inferior (V8) está dañada. Sin duda, es un menoscabo importante en la vida de una persona pues, desde siempre se ha sabido que el color tiene una gran influencia en el estado de ánimo, los sentimientos y las emociones. Tanto es así que existen terapias basadas en el color (cromoterapia) mediante las cuales se busca armonizar el cuerpo basándose en la influencia de los sentidos sobre la mente. No cabe duda de que los colores evocan emociones, pues el color es una experiencia subjetiva y personal que suele producir reacciones fisiológicas. Afortunadamente, como el cerebro es sabio, se produce una especialización funcional. Por ello, los pacientes con acromatopsia no distinguen los colores, pero pueden escribir, leer, diferenciar formas y  profundidades generadas a partir del movimiento mucho mejor que los demás. Además, ven mejor con poca luz, lo cual les da excelentes habilidades visuales nocturnas. Esto demuestra que aunque vivan en un mundo gris, sin ser pesimistas, pueden aprovechar sus capacidades en otros ámbitos. Y es que ya se sabe: en este mundo nada es verdad y nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira”. www.carloshidalgo.es

Lady Godiva

LADY GODIVA Lady Godiva fue una dama anglosajona del siglo XI casada con Leofric, conde de Chester y señor de Coventry. Famosa por su bondad y su belleza se compadeció de los apuros y sufrimientos de sus vasallos. Cuando su marido, cegado por la ambición seguía esquilmando a sus súbditos con impuestos abusivos, Lady Godiva le rogó que rebajara sus impuestos. El conde, pensando que se negaría, le dijo que lo haría si ella era capaz de cabalgar por las calles de Coventry desnuda, sin más vestidura que sus largos cabellos. La dama accedió no sin antes avisar a los vecinos de que durante el paseo permanecieran encerrados en sus casas, para no perturbar su desnudez. Todos los ciudadanos lo hicieron excepto Tom, un conocido sastre, que sin poderse resistir se asomó por una rendija de la persiana, quedándose ciego por ello y pasando a la posteridad como Peeping Tom (Tom el mirón). Y es que, incluso cuando comporta un coste para uno mismo, como a Lady Godiva, conviene ser generosos pues este acto aumenta el sentimiento de felicidad. A nivel cerebral, se ha constatado que una decisión generosa activa el sistema de recompensas al modular dos áreas en el encéfalo: la estriada ventral y la unión temporal parietal. Todo esto demuestra que las personas que se preocupan por el bienestar de los demás son más felices que aquellos que sólo se centran en sí mismos. Además, aumenta nuestra autoestima pues practicar la generosidad mejora la autopercepción, haciendo crecer la confianza que tenemos de nosotros mismos y logrando que nos sintamos útiles. Y, para ser generoso, no hace falta hacer grandes regalos o aportar donaciones económicas importantes. Se puede ser generoso con nuestro tiempo, con nuestra presencia o incluso con una mirada o sonrisa. Al fin y al cabo, la generosidad es el único egoísmo legítimo. www.carloshidalgo.es    

Selfitis

SELFITIS Se utiliza el término selfiti para denominar a la necesidad perentoria que tiene una persona de publicar fotografías de sí misma (autofotos), en las redes sociales. El término se acuñó por primera vez en 2014 por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría con el fin de describir y calificar de trastorno esa condición obsesiva de tomar selfis, de manera continuada. Cogiendo como punto de referencia la India, al ser el país con más usuarios de Facebook a nivel mundial y tener la mayor tasa de fallecimientos por tomarse selfies en lugares peligrosos, se han establecido tres grados de gravedad en el trastorno: Límite si se realizan tres selfies diarios, pero no todos se publican, Agudo si se toman tres selfies al día y todos son posteados, y Grave si se toman selfies constantemente a lo largo de la jornada y se publican más de seis al día en cualquiera de las redes sociales. Al parecer el estudio demuestra que las personas que padecen de este trastorno tienen baja autoestima, buscan la aprobación de los demás e intentan llenar su vacío espiritual con la publicación de sus fotos en las redes sociales. Además, a través del análisis de los datos cuantitativos, los investigadores han descubierto que estas personas están en constante búsqueda de atención, carecen de confianza en sí mismas e intentan aumentar su posición social al sentirse parte de un grupo. Y es que parece que los trastornos de salud mental se han acentuado con los avances tecnológicos. Así, un ejemplo relacionado directamente con el teléfono móvil es la nomofobia (miedo extremo a olvidarse el teléfono en casa). Sin ir más lejos, el uso abusivo de la tecnología digital por parte de los adolescentes ha incrementado mucho el riesgo de sufrir problemas de salud mental, aumentando sus problemas de conducta y presentando más dificultades a la hora de prestar atención. www.carloshidalgo.es  

EL TEST MOCA

EL TEST MOCA Hace unas semanas, Ronny Jackson, el médico de la Casa Blanca, afirmó que la salud del presidente, Donald Trump, es excelente y sin indicios de problemas cognitivos. Lo afirmó después de que el mandatario de 71 años se sometiera al Test de Evaluación Cognitiva de Montreal (MOCA). Es posible que para los no iniciados en estas lides quede ininteligible y solemne el pase del Test y sus conclusiones. Algo así como cuando vas al taller y el mecánico dice que se ha estropeado la trócola: sólo sabes que te va a costar un riñón, pero ni idea de lo que es. La realidad es que el Test se realiza en menos de 10 minutos y contiene pruebas tan concluyentes, difíciles y arduas como dibujar un reloj con las agujas señalando una hora determinada, memorizar 5 palabras, dar un golpecito cada vez que el examinador diga la letra A o saber en qué día estamos. Evidentemente, esta mini prueba la pasan los médicos de atención primaria para detectar problemas leves de memoria o concentración. Es una obviedad que el Dr. Jackson nos toma por tontos al resto del mundo pues es más que notorio que es un método poco fiable a la hora de asegurar si una persona goza o no de una buena salud mental. Para determinarlo, sería necesaria una evaluación clínica de los diversos especialistas que forman parte de la salud mental: psicólogos, neurólogos y psiquiatras. Fue el propio Trump quien solicitó la prueba, tras enfrentarse a varias especulaciones sobre su salud mental, desde la publicación de un libro que alimenta la sospecha de que el presidente es mentalmente incapaz de ostentar tan alto cargo. En el libro (“Fuego y furia”) se le dibuja como un niño grande, altamente inestable, incapaz de prestar atención, enamorado de sí mismo, cual buen narcisista, egocéntrico, prepotente y arrogante. www.carloshidalgo.es