CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Adaptación hedónica

La adaptación hedónica es un fenómeno psicológico que describe cómo los seres humanos tendemos a volver a un nivel basal de felicidad, tras experimentar cambios positivos o negativos. Esto significa que, tanto los picos de felicidad (conseguir un ascenso o mudarse a una casa mejor), como las pérdidas o reveses de la vida, son temporales. Porque todas las emociones se atemperan con el paso del tiempo hasta convertirse en la nueva normalidad. Este mecanismo de nuestra mente facilita la adaptación y la búsqueda de mejoras, pero también nos empuja a una carrera constante tras estímulos nuevos, teniendo como consecuencia la pérdida de la capacidad de sorpresa. Objetos, logros y relaciones que antes nos llenaban dejan de provocarnos emoción. Esa desvalorización no implica ingratitud, sino un ajuste adaptativo que nos protege de emociones extremas. El problema surge cuando esa adaptación convierte la vida en una sucesión de pequeñas insatisfacciones y consumo continuo de novedades. La clave está en reconocer que la vida no es una línea recta de placer constante, y que los altibajos emocionales son parte del proceso humano, por lo que aprender a transitar por ellos con “conciencia” puede devolvernos la capacidad de asombro. Esto se puede lograr con la práctica de Mindfulness o atención plena. Esta estrategia contrarresta la adaptación hedónica al devolver la experiencia al presente, reorientando la atención hacia lo que ya poseemos, evitando así tomarlo todo por sentado, y dejando de perseguir picos emocionales. Saborear un café o redescubrir una conversación pueden ayudar a restaurar la conexión afectiva con lo que tenemos. La adaptación hedónica pues, no es un fallo en el sistema, sino una señal para practicar la presencia. www.carloshidalgo.es

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