CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

EL SOLITARIO

EL SOLITARIO

Jaime Giménez Arbe, apodado “El solitario”, está siendo juzgado estos días en Castellón, debido a un atraco perpetrado en Vall d ´Uxó, siendo acusado de tres delitos de homicidio en grado de tentativa y robo con violencia, por el atraco en una sucursal de la Caja Rural en el año 2000. “El solitario”, tan soberbio como petulante, saludó con efusividad a la prensa y a los allí presentes, y exigió una atención total a su relato de los hechos el día de autos. Acabada la confesión, cargada de egolatría y egocentrismo, emplazó a todos a que leyeran su libro: “Me llaman El Solitario. Autobiografía de un expropiador de bancos”. Giménez Arbe es frío como el hielo, detallista, meticuloso, narcisista e histriónico. Él se considera un superhéroe, y tiene una noción sobrevalorada de sí mismo, pensando que es tan astuto y profesional que es incapaz de cometer errores. Los psicólogos forenses sostienen que no padece ninguna psicopatía, a pesar de que tiene una marcada tendencia a la negación de problemas y debilidades, además de ofrecer una imagen de autosuficiencia y autocontrol. No es un simulador, sino que su trastorno de personalidad lo convierte en histriónico, llevándole a realizar actos teatrales y a tratar de ser el mejor en todo. Este desorden de la personalidad se caracteriza por un patrón de excesiva búsqueda de atención que los convierte en personas con una necesidad de realizar apariciones inapropiadas y llamativas, expresando sus emociones de manera intensa o excesiva. Con tendencia al hedonismo, son egocéntricos y poseen una gran habilidad social que suelen utilizar para poder manipular a la gente. Todo un personaje. www.carloshidalgo.es

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